Medio millón de hinchas, la Copa Libertadores rota, saqueos y heridos en los festejos de Flamengo

La celebración tras el título ante Palmeiras se desbordó y terminó con gases, corridas y un insólito desperfecto en la réplica del trofeo durante el desfile del campeón.

TyC
La ciudad de Río de Janeiro estuvo atravesada por el festejo de Flamengo tras su consagración en la Copa Libertadores frente a Palmeiras, con una movilización que superó todas las expectativas porque en medios locales hablaron de alrededor de 500 mil personas, una concentración que desde temprano saturó las calles del centro. Los colores rojo y negro llenaron las calles desde temprano, pero todo terminó con incidentes.

El recorrido del plantel se realizó sobre un colectivo elétrico, elemento infaltable del carnaval carioca, que avanzó por zonas como Avenida Presidente Vargas y el Monumento a Zumbi dos Palmares. Varias cuadras permanecieron bloqueadas desde la mañana para garantizar el paso del convoy.

El avión del equipo aterrizó antes del mediodía y, horas más tarde, la caravana se puso en marcha con los jugadores saludando desde la parte superior del vehículo. La postal se completó con música, bombos y una multitud desbordada. Hubo hinchas trepados a postes, fachadas e incluso camiones municipales, algo que reflejó la intensidad del festejo.

Festejos
Los festejos de Flamengo por la obtención de la Copa Libertadores terminaron con indicentes.

Para sostener semejante movimiento, la Prefectura dispuso un plan especial con extensión horaria del metro, 250 baños químicos, varios puntos de asistencia médica y cortes vehiculares amplios. El operativo buscó amortiguar el impacto de una celebración que no dio respiro.

Sobre el camión se sucedieron los discursos y cánticos. Entre los protagonistas más activos estuvieron figuras como Pedro, el colombiano Jorge Carrascal, Giorgino, Danilo, el ecuatoriano Gonzalo Plata, Bruno Henrique y el entrenador Filipe Luis. La primera intervención fue de Pedro, que no jugó la final por lesión, cuando declaró: "Es un honor estar aquí con nuestra hinchada", antes de entonar el himno, repetido por toda la multitud.

Uno de los más aclamados por la gente fue Giorgian de Arrascaeta, elegido mejor jugador del torneo. También llamó la atención la remera que exhibió Léo Ortiz, donde se leía: "Si tuviese que morir por Flamengo, lo haría dentro de una cancha". Cada aparición generó un estallido del público.

En medio del avance de la caravana ocurrió el episodio más desopilante del día: la réplica del trofeo se partió en su extremo superior, justo en la unión entre la pelota y la figura. Para evitar que quedara inutilizable, alguien la sostuvo con cinta adhesiva, lo que generó una lluvia de memes y videos. El blooper se volvió viral al instante.

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Se rompió la réplica de la Copa Libertadores en medio de los festejos de Flamengo.

Las escenas festivas dieron paso a momentos de tensión hacia el cierre. Hubo corridas, uso de gases lacrimógenos y detenidos, según reportaron distintos medios. Aunque no se comunicó la cifra de heridos, las imágenes mostraron a personas atendidas por el dolor y a otras cubriéndose el rostro para soportar los efectos del gas. La intervención policial modificó el clima sobre el final de la celebración.

En el desorden también se registraron robos en un comercio de electrodomésticos, donde varios individuos escaparon con artefactos en plena confusión. Los medios brasileños no precisaron qué originó los incidentes, pero las imágenes reflejaron un cierre caótico para un festejo que había comenzado con euforia absoluta. La fiesta terminó empañada por la violencia.

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