El gobierno británico exigió a Roman Abramovich transferir los 2.500 millones de libras de la venta del Chelsea para ayudar a Ucrania
La transferencia solo podrá concretarse a través de una fundación aprobada específicamente para este fin
InfobaeEl gobierno del Reino Unido exigió a Roman Abramovich transferir los fondos provenientes de la venta del Chelsea Football Club para una ayuda humanitaria en Ucrania, imponiéndole un plazo estricto y advirtiendo sobre posibles acciones judiciales en caso de incumplimiento.
El requerimiento del Reino Unido estipula que estos fondos se destinen exclusivamente a causas humanitarias en Ucrania, alineándose con la presión internacional para que recursos vinculados a la Federación Rusa compensen al país agredido tras el ataque de 2022.
La disposición contempla una ventana de 90 días para efectuar la transferencia, tras la cual el gobierno iniciaría acciones legales para desbloquear el dinero y canalizarlo a través de una fundación especialmente registrada.

El primer ministro Keir Starmer reafirmó que su gobierno está dispuesto a acudir a los tribunales para asegurar “cada penique” destinado a quienes han padecido la guerra impulsada por el presidente ruso Vladímir Putin.
La decisión británica coincide con la antesala de una cumbre clave de la Unión Europea en Bruselas, donde los líderes debatirán cómo canalizar activos rusos congelados hacia un fondo de asistencia para Ucrania.
Bruselas analiza un préstamo de hasta 90.000 millones de euros, respaldado por activos soberanos rusos bloqueados. Moscú, por su parte, sostiene que esta medida constituiría una apropiación ilegal y advierte sobre represalias contra inversores europeos.
The New York Times reportó que la controversia sobre el destino del dinero del Chelsea se arrastra desde 2022, cuando Abramovich debió vender el club tras ser identificado por el Reino Unido como “oligarca pro-Kremlin” y sancionado junto a otras figuras cercanas a Vladímir Putin.

La canciller británica, Rachel Reeves, calificó como “inaceptable” la demora y reiteró la presión para que los fondos lleguen directamente a los destinatarios previstos. “Estamos listos para hacer lo necesario y asegurar que ese dinero llegue al pueblo ucraniano”, aseguró.
Además, la oficina del primer ministro británico aclaró que la nueva licencia constituye solo el primer paso, ya que Abramovich debe registrar la fundación y formalizar la operación bancaria. Un portavoz de Downing Street, citado por The Guardian, subrayó que existen “varias etapas antes de llegar a ese punto”, aunque recalcó que la apertura de la licencia es determinante y que ahora corresponde a Abramovich actuar en consecuencia.

El club fue adquirido por un consorcio encabezado por Todd Boehly y Clearlake Capital, operación autorizada por el Reino Unido tras la certificación de Abramovich de que no se beneficiaría personalmente de la venta, requisito indispensable para desbloquear los activos.

El entorno de Abramovich ha sostenido que las sanciones y las medidas del gobierno británico han paralizado la utilización de los fondos.


