Dieta nórdica: qué es y cuáles son sus principales beneficios
Dietistas de la Cleveland Clinic explican cómo este patrón alimentario propio del norte de Europa puede aportar mejoras clave para la salud
InfobaeLa dieta nórdica, inspirada en los patrones alimenticios tradicionales de Noruega, Dinamarca, e Islandia, se ha consolidado como una alternativa saludable y sostenible para quienes buscan mejorar su alimentación.
A diferencia de otras tendencias, no impone restricciones severas y promueve hábitos centrados en productos frescos y mínimamente procesados. La dietista certificada Courtney Barth de Cleveland Clinic señala que este patrón fomenta la ingesta de vegetales, granos integrales y pescados grasos, componentes fundamentales para lograr una dieta equilibrada y rica en nutrientes.
Uno de los elementos distintivos frente a la mediterránea es el tipo de aceite recomendado. Mientras la mediterránea prioriza el aceite de oliva virgen extra, la nórdica prefiere el aceite de canola, reconocido por contener menos grasas saturadas y tolerar mejor altas temperaturas de cocción.

“En general, ambos son aceites insaturados, antiinflamatorios y saludables”, precisa Barth. Sin embargo, advierte que el aceite de canola comercializado en Estados Unidos suele estar más procesado y carece de ciertos antioxidantes presentes en el aceite de oliva.
Además, este patrón puede contribuir a mantener un peso saludable. Barth explica: “Para las personas con artritis o dolor articular, incorporar más alimentos integrales puede ayudar a reducir aún más la inflamación”.
Alimentos recomendados y a evitar
En materia de alimentos recomendados, la dieta nórdica promueve el consumo de cebada y avena; frutas, especialmente arándanos; verduras de raíz como remolachas y zanahorias; pescados grasos (salmón, atún y sardinas); lácteos bajos en grasa y legumbres.

El consumo de huevos debe ser moderado. Entre los alimentos a evitar o limitar, se encuentran las carnes rojas no provenientes de caza y las bebidas alcohólicas, reservadas para ocasiones especiales. Asimismo, se aconseja minimizar productos con azúcares añadidos, carnes procesadas, alimentos ricos en sal —como fiambres, pastas secas y pan—, comida rápida y bebidas azucaradas.
“Todo lo muy rico en grasas saturadas y azúcares es inflamatorio y puede generar estrés en el cuerpo”, advierte Barth.
Flexibilidad de la dieta nórdica
Flexibilidad y adaptabilidad son otras ventajas de la dieta nórdica. Aunque su origen está en países escandinavos, es posible adoptarla en otras regiones priorizando productos locales y de temporada. Barth sugiere consultar en mercados de agricultores y supermercados sobre la procedencia de los alimentos.
Sin embargo, reconoce que la disponibilidad de ingredientes típicos, como los arándanos o las moras, puede ser limitada fuera de la región nórdica, por lo que recomienda adaptar las opciones según la oferta local.

Este patrón alimenticio también es compatible con dietas vegetarianas o veganas al aumentar la proporción de alimentos de origen vegetal. Los especialistas de Cleveland Clinic subrayan que la clave radica en la calidad y el origen de los alimentos, evitando reglas rígidas.
La dieta nórdica se posiciona como una guía práctica y sostenible para quienes desean una alimentación saludable basada en lo esencial, sin complicaciones ni restricciones innecesarias.


