Terremoto en Anfield

A pesar de las 9 derrotas en sus últimos 12 partidos, la última ante el PSV en Champions y en Anfield, Slot siente “la confianza” de la directiva. Aun así, empieza a haber runrún.

Pablo Montaño
As
Sí, el Liverpool ha vuelto a perder (1-4). Otra vez. Y ha ocurrido nuevamente en Anfield. También por una diferencia de tres goles, esta, si cabe, más humillante que la del pasado fin de semana ante el Nottingham Forest (0-3). La visita del PSV Eindhoven al feudo red era la oportunidad perfecta para que el vigente campeón de la Premier League, y especialmente su técnico, Arne Slot, empezasen a sacar la cabeza del pozo. Pero todo lo contrario. El Liverpool está más hundido que nunca. Y Arne Slot, al borde del precipicio. Como escribía The Times, “la caída en picado del Liverpool no da señales de detenerse, y Arne Slot no tiene respuestas”. Según ha podido saber AS, en el seno del club ya empiezan a barruntarse nombres para un posible sustituto.

Terremoto en Anfield Phil Noble

Las nueve derrotas sufridas en sus últimos 12 encuentros entre todas las competiciones hacen pensar a muchos que solo el histórico título liguero conseguido escasos meses atrás mantienen al holandés en el cargo. Porque más allá de los resultados, que son ya indefendibles, lo que más pesa en Anfield es la imagen, débil e indolente, de su equipo. Las derrotas consecutivas ante Manchester City (3-0), Nottingham Forest (0-3) y PSV (1-4) han hecho mucho daño. Tanto que ya hay a quienes no extrañaría ver que el próximo tweet publicado por el Liverpool, a pesar de la habitual templanza y confianza que acompaña siempre a la directiva red en su toma de decisiones cuando respecta al banquillo local de Anfield, sería el comunicado de despido de Arne Slot.

Es la ley de la oferta y la demanda. El Newcastle pedía eso, el Liverpool lo pagó. Sus últimas temporadas habían sido muy buenas, pero no arranca.

En palabras de toda una leyenda como Steven Gerrard en TNT Sports, “Anfield lo dice todo: las gradas estaban vacías a falta de 10 minutos para el final, y en cuanto llegó el tercer gol, el partido se acabó. Los problemas del Liverpool se agravan y la presión se intensifica aún más. Sin duda, esta noche hay que hacer mucho examen de conciencia”. Además, con 10 goles encajados en dichos tres últimos choques, se trata de las peores rachas del equipo desde 1953 y 1954. Por aquel entonces, el primer ministro del Reino Unido era Winston Churchill. Y la sensación es que el todavía técnico red, completamente “desbordado”, está cada vez más lejos de ser quien dé respuesta a los problemas que no paran de surgir en Anfield.

Una goleada como visitante al Eintracht de Frankfurt (1-5) y las dos victorias consecutivas, y convincentes, ante Aston Villa (2-0) y Real Madrid (1-0), son las únicas alegrías que se ha llevado la parroquia red a la boca en los últimos de meses. De ahí que el equipo de Arne Slot haya caído hasta la 13ª posición de la tabla en la Premier League, con todo lo que significa para el aficionado del Liverpool estar por debajo en la clasificación tanto de Manchester United como de Everton, y el 12º puesto en la fase liga de la Champions League. Mientras que los reds están, tras apenas 12 jornadas, completamente descartados de la lucha por revalidar su título liguero –a 11 puntos del Arsenal–, en la máxima competición continental se han complicado, muy mucho, entrar en el top-8.

“Nunca había visto al equipo tan mal...”

Curtis Jones, jugador del Liverpool, en 'RTÉ Sport' tras perder ante el PSV Eindhoven.

Anfield solía ser un lugar al que los equipos odiaban venir, con los aficionados, nuestra forma de jugar, la presión... Éramos como perros. Ahora jugamos sin balón... Pfff, esto tiene que cambiar“, declaró un muy contrariado y visiblemente dolido Curtis Jones para CBS Sports Golazo. Como canterano y scouser, al inglés le duele su Liverpool. Como para no tras ver cómo el conjunto red se marchaba abucheado y pitado en su propia casa. “Es inaceptable, no tengo palabras. Ya he pasado de estar enfadado y triste. Soy jugador y aficionado. Nunca había visto al equipo tan mal. A día de hoy, estamos en la mierda”, sentenció Curtis Jones en RTÉ Sport.

Más allá de que los 480 millones de euros invertidos en verano sigan sin hacer acto de presencia en Anfield, la mayoría de dedos señalan, para mal, a ‘los de siempre’. Que Ibrahima Konaté vaya a error flagrante por partido o Mohamed Salah no dé señales de vida en ataque es algo que nadie entiende ni se explica. Muchos de los pilares fundamentales en el Liverpool campeón de la 2024-2025 están a años luz de su mejor nivel. Unas versiones que todavía no se ha pronunciado este curso.

Arne Slot, en rueda de prensa, reconoce que “es normal” y que entiende quienes le ven con pie y medio fuera del club: “Si cualquier entrenador del mundo pierde partidos de fútbol, y mucho más como los que hemos perdido nosotros, es bastante normal que la gente tenga una opinión al respecto. Intento analizar y ayudar a los jugadores tanto como puedo, y es obvio que no lo hago como lo hice la temporada pasada. Tengo que hacerlo mejor y eso es lo que intento cada día”.

“El equipo está en una racha terrible, la confianza está por los suelos y sigue desangrándose...”

Steven Gerrard, exjugador del Liverpool, en 'TNT Sports' sobre la derrota sufrida ante el PSV Eindhoven.

El todavía técnico red dice sentir el respaldo de la directiva, pero el tiempo, y sobre todo los resultados, corren en su contra. “Crisis es una palabra muy fuerte y poco respetuosa con algunos de los jugadores que han dado lo mejor de sí mismos por este club de fútbol, y con el entrenador que lo dio todo hace tres meses. Si hubieran pasado seis meses, o un año, y estuviéramos más lejos de ese éxito, tal vez se podría usar esa palabra. Pero no se puede negar que el equipo está pasando por grandes dificultades, está en una racha terrible, la confianza está por los suelos y sigue desangrándose. A menos que los entrenadores encuentren respuestas y estabilidad en el equipo, esto va a continuar“, sentenció Steven Gerrard. Las cosas no pintan bien. Ni para el Liverpool ni para Arne Slot.

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