Sunderland 1-Everton 1 / Pifia de Barry... y del VAR

El exdelantero del Villarreal, fichado por casi 40M€, perdonó el 0-2 a puerta vacía y el videoarbitraje no concedió un penalti por manos al Sunderland con 1-1.

Pablo Montaño

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Ritmo, tensión, ocasiones (falladas), golazos y polémica. El Sunderland-Everton que cerró la 10ª jornada inglesa tuvo de todo. Fue un partidazo de pura Premier League. Eso sí, la mejor liga del mundo tampoco está exenta de pifias. Tanto de jugadores como de árbitros. Si en la primera parte fue el exvillarrealense Thierno Barry quien se llevó la palma, en los segundos 45 minutos le tocó al VAR meter la pata. O el brazo. Ni el francés acertó con el pie a puerta vacía ni los colegiados con las manos de Michael Keane. Ni el Everton pudo dejar vista para sentencia su primera victoria en tres jornadas ni los blacks cats consiguieron culminar su segundo ‘remontadón’ consecutivo (1-1).

Los jugadores del Sunderland protestan al árbitro durante el partido ante el Everton.Lee Smith

Manchester City y Liverpool, segundo y tercer clasificado con 19 y 18 puntos respectivamente cada uno, fueron quienes más celebraron la no concesión de un penalti al equipo de revelación de la temporada en Inglaterra que va a traer cola en las islas británicas. Aún así, el Sunderland murió matando y rozó una gesta parecida a la de Stamford Bridge la pasada jornada (1-2).

Antes, Ndiaye hizo magia para los toffees y Xhaka demostró por qué le dieron el brazalete de capitán nada más poner un pie en el Stadium of Light. Una parte para cada uno, una pifia para cada uno. Y otra exhibición defensiva del exatlético Reinildo. El equipo de David Moyes se aleja poco a poco del descenso, y el de Régis Le Bris sigue, para sorpresa de cada vez menos gente, en puestos de Champions League.

El ladrón del Louvre es Ndiaye

Pobre de aquel que se olvidó que hoy el Everton visitaba el feudo black cat y se perdió la obra de arte de Iliman Ndiaye. Uno de los goles de la temporada. Porque hay que ser muy bueno para conducir a una velocidad vertiginosa con el balón pegadito a la bota, cambiártelo de un pie a otro como si estuvieras haciendo malabares y sacarte un zurdazo desde la media luna, entre un mar de piernas rivales, para clavárselo y que haga la estatua a uno de los mejores porteros en lo que va de temporada en la Premier League.

Los pupilos de David Moyes habían salido mejor y el ‘10′ senegalés de los toffes, en el 15′, materializó la superioridad visitante con un golazo. La pena con Ndiaye es que una lesión, otra más de las que le están lastrando y frenando para asentarse en la élite, le impidió disputar el partido completo.

Marcó un tanto el Everton en los primeros 45 minutos, pero pudieron ser más. Mientras que Grealish y su derechazo se toparon con la base del poste, Thierno Barry despertó alguna que otra carcajada en Vila-Real. Como para no. El exdelantero del subarmarino amarillo, fichado este verano por casi 40 millones de euros entre fijos y variables, remató un pase de la muerte, con todo a favor y la portería vacía, a las nubes. El francés, 11 partidos después, aún no sabe lo que es marcar como toffee.

Pantomima Full en la Premier League

Estuvo cerca de empatar el Sunderland al filo del descanso, pero un despeje bajo los palos de la zaga visitante evitó el empate de los black cats. Aún así, el Stadium of Light esperaba mucho más de los suyos y estos, a la salida de vestuarios, tuvieron la reacción que su parroquia esperaba. La respuesta propia del equipo de revelación de la Premier League 2025-2026. Minuto 46 de la segunda parte, gol de Granit Xhaka. Qué bueno que volviste a las islas británicas, capitán. Con algo de fortuna tras tocar en la puntera de la bota de Tarkowski y desviarse la trayectoria, sí. Pero el zurdazo del capitán black cat fue para dentro. Y los pupilos de Régis Le Bris se vinieron arriba.

Rozó la remontada, otra vez, el Sunderland, pero las manos se la impidieron. Primero la de Pickford, que estiró milagrosamente el brazo cuando otro disparo desde la frontal, desviado por un compañero, ponía rumbo a la meta toffee. Y en los compases finales, las de Michael Keane. El penalti no pitado a Gueye tenía justificación, ya que el balón venía rebotado antes de caer sobre su antebrazo, pero el del central inglés es difícil de explicar.

Un centro de Sadiki desde el interior del área se topó con el gesto más extraño posible de Keane. Más propio de un mimo que de un futbolista. El balón pasó entre sus manos y fue repelido por la zaga visitante. Enloquecieron los black cats reclamando penalti. Para incredulidad de casi todos, “la decisión del árbitro de no sancionar al Sunderland fue revisada y confirmada por el VAR, ya que se consideró que el brazo de Keane estaba en una posición justificada”, publicó el Match Centre de la Premier League en redes sociales. Apretó el Sunderland hasta el final, pero sus mejores ocasiones ya habían pasado. Les faltó... la palma de una mano.