Polonia 1 - Países Bajos 1 Depay evita un susto

El jugador de Corinthians empató un encuentro crucial para dejar casi sellado el billete al Mundial. Lewandowski, muy solo arriba, asegura la repesca con un recurso fantástico.

Víctor Martín J.
As
No es matemático, pero Países Bajos asoma a la puerta del Mundial. Tras un escueto empate que sirve para mantener a raya a Polonia, los de Koeman tendrían que vivir una catástrofe en la última jornada para perder la primera posición. El combinado, con grandes nombres en todas las líneas, está carente de un talento diferencial que traduzca el juego en alegrías en el país de los molinos.


Polonia, que se asegura la repesca y sueña con un milagro, vive de un Lewandowski que es todo en el equipo de un sufrido esfuerzo continúo, dejado de la mano de un talento futbolístico que sí tuvo tiempo atrás. Todo el tiempo que Países Bajos quiso, se mantuvo replegada buscando opciones aisladas con sus puñales agazapados tras una torre solitaria de nombre Robert y que vive una realidad muy diferente en sus encuentros en la punta de ataque del Barça.

El dominio inerte de un equipo dirigido con excelencia por un Frenkie de Jong recuperado para la causa, pero sin un hombre que de sentido a todo ese cúmulo de posesión, dejo sin goles un primer tiempo más tranquilo de lo que el encierro polaco pudiera aparentar en la fría Varsovia.

De sorpresas vive el fútbol, y en los últimos latidos del primer tiempo vivió también Polonia. Robert Lewandowski, que hace de todo y en cualquier situación, administró de maravilla un pase perdido por el cielo de la capital para, con precisión y paciencia, lanzar a un Kaminski muy veloz a campo abierto. El jugador del Colonia no perdonó y adelantó a un equipo dispuesto a mantener ese bloque bajo hasta que el marcador cambiase tanto que le obligase a salir más allá del medio del campo.

La reanudación trajo un planteamiento similar por parte de ambos combinados, y la necesidad de los neerlandeses de arreglar un entuerto que ponía el Mundial el peligro. Apenas dos minutos después de volver al fútbol, un remate aberrante de Malen se convirtió en un manojo de nervios para la zaga polaca y en un remate a puerta vacía para un Memphis Depay que voló desde Brasil para cosas como estas.

Depay evita un sustoKacper Pempel

El resultado, malo para ambos pero dañino para nadie, fue el principal argumento de un segundo tiempo sin más emoción y por supuesto, huérfano de ocasiones. Países Bajos siguió dominando pero sin asumir el riesgo suficiente para sacar del sitio a un conjunto polaco sabedor de lo difícil que sería anotar un segundo gol viviendo a más de 70 metros de la portería defendida por Verbruggen. Empate gris y frío en una noche de noviembre. Lo esperado.

Con un último encuentro en la recámara, Polonia necesitará un pinchazo de Países Bajos ante una Lituania desahuciada que no ha ganado a nadie en 7 partidos, mientras que ellos deberán golear a una Malta que de seguro ha aprendido de aquellos 12 goles que le anotó otra selección que vestía de rojo allá por el año 1983, y curiosamente, en otro partido de clasificación. Para resumir, Lewandowski y compañía están obligados a creer en los milagros.

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