Newey: “Parte de la motivación es el miedo al fracaso”
El ingeniero supremo de Aston Martin habla en una entrevista con Maaden: “El papel de los pilotos nunca ha sido tan importante como ahora”.
“Parte de la motivación es el miedo al fracaso, he aprendido a utilizarla de forma constructiva. Es la diferencia entre demasiada presión que te lleva a cometer errores o entrar en un estado de máxima concentración. Mi mujer dice que estoy en trance de diseño y entiendo lo que dice, mi capacidad de procesado está dirigida a cumplir con los objetivos”, dice el ingeniero, de 66 años, director técnico ejecutivo y socio de la escudería Aston Martin: “Puede que vayas en la dirección equivocada y tienes que reaccionar rápido, levantar la mano, decir que algo no funciona y cambiar de idea. Eso requiere ser honesto contigo mismo y ser autocrítico constantemente, hay que ser abierto para extraer el máximo”.
“Los coches de F1 se han vuelto bestias muy complicadas. Son el resultado del desarrollo computacional, combinado con los presupuestos aumentados de los equipos. El resultado es un coche con más de 20.000 piezas, y en el caso de 2026 ninguna de esas piezas se hereda del coche anterior. Es un ejercicio de ingeniería inmenso. Disfruto al mirarlo desde una perspectiva completa, todos los equipos de F1 tienen un departamento aerodinámico, de diseño mecánico, simulación y pista. Asegurarme de que tenemos un producto unificado y todas esas partes trabajan juntas es un proceso fascinante”, explica el ingeniero.
Sobre los pilotos y su aportación con el paso de los años y el avance de las tecnologías: “Cuando empecé no había datos ‘on´board’ y los comentarios del piloto eran absolutamente críticos, porque lo único que conocías del comportamiento del coche era lo que te decía el piloto. Ahora tenemos sensores y transmisores en tiempo real que nos dicen mucho sobre lo que hace el coche, aunque en última instancia dependes de lo que te diga el piloto. Si quieres saber cuáles son los puntos fuertes o débiles del coche tienes que interrogar al piloto”. “El papel del piloto nunca ha sido tan importante, más que nunca, porque ahora tenemos la capacidad de combinarlo con los datos para saber cómo hacer el coche más rápido”, justifica Newey.


