Mónaco 1 - PSG 0 / Pogba provoca la caída del PSG

Los parisinos se estrellan contra el Mónaco y podrían ser relegados a la tercera posición si ganan Marsella y Lens sus respectivos partidos.

Andrés Onrubia

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El Mónaco fue el verdugo del PSG en una tarde para olvidar de los parisinos, que sucumbieron por 1-0 en un estadio en el que están acostumbrados a sufrir. El gol de Minamino en el segundo tiempo hizo justicia en el marcador, ya que los de Pocognoli, en plena crisis de resultados, fueron un rodillo de principio a fin y sometieron al campeón de Europa, irreconocible por momentos e incapaz de imponer su dominio en el centro del campo. Si el Lens y el Marsella consiguen la victoria este fin de semana, el equipo de Luis Enrique acabará tercero la jornada.

Fue una batalla trepidante de principio a fin. La tregua no existió. Y el Mónaco, más necesitado que el PSG, sorprendió con una presión asfixiante en marcaje individual por todo el campo que desubicó totalmente a los de Luis Enrique. El partido, eso sí, pudo encarrilarse muy pronto para los parisinos, después de que el centrocampista monegasco, Lamine Camará, realizara una entrada muy a destiempo sobre el tobillo de Chevalier que el árbitro, también el VAR, la sancionó como amarilla.

El Mónaco fue consciente en todo momento que para hacerle cosquillas al PSG, un equipo imbatible en Francia, hay que frenar a sus tres magos. Vitinha, Fabián y Neves fueron objeto de una exacerbada persecución por parte de los jugadores rojiblancos. El balón parado fue otro tormento para el PSG. Cada córner fue una ocasión clara para los de Pocognoli.

Chevalier se tuvo que emplear a fondo, despejando un disparo extraordinario de Minamino, pero el portero no pudo blocar los peligrosos centros del Mónaco. Salisu, despiadado en el balón parado, estrelló en el poste un gran centro de Caio Henrique. Y a continuación puso el 1-0 para el Mónaco tras una segunda jugada, un tanto que no subió al marcador por una posición antirreglamentaria de Teze. El PSG, sobre todo Luis Enrique, suspiró cuando llegó el descanso.

La lógica se impuso tras la salida de vestuarios. El Mónaco ahogó al PSG. No le dejó pensar, no le dejó girar y le arrinconó por completo. Minamino, no acostumbrado a marcar a pesar de ser delantero, materializó una gran triangulación monegasca y sorprendió a un Chevalier que se quedó petrificado con el disparo del japonés.

De polémicas fue el partido. Si la roja de Camará era clamorosa, la de Kehrer fue muy litigiosa. El alemán chocó con Mbaye, Turpin señaló falta y amarilla y, cuando fue a consultarlo al VAR, expulsó directamente al exjugador del PSG, que con la entrada de Dembélé empezó a apretar y a subyugar a un Mónaco al que el físico le fue menguando poco a poco. Pocognoli metió a Pogba para aguantar el resultado. Y el Mónaco se llevó un triunfo merecido ante el mejor equipo de Europa.