Marsella 2-Newcastle 1 / Aubameyang es eterno
El delantero, a sus 36 años, rescata al Marsella, que vence 2-1 al Newcastle y sigue vivo en la Champions League.
El Marsella volvió a salir temblando a un partido de la Champions. Como si de una maldición se tratara, el mismo escenario que ante la Atalanta en la jornada previa, los de De Zerbi fueron un castillo de naipes contra un Newcastle que sí aprovechó la zozobra rival para llevar el partido a su terreno. El omnipresente Barnes, que venía de un doblete frente al City, abrió la lata y silenció al fragoroso Vélodrome.
Tardó mucho en reaccionar el Marsella, que desaprovechó muchas ocasiones, casi todas de Aubameyang, protagonista en el segundo tiempo, que hubieran podido cambiar la contienda antes del descanso. Pope le birló dos goles al gabonés con dos intervenciones extraordinarias y las Urracas resistieron e incluso pudieron encarrilar todavía más la contienda si Gordon no hubiera dudado en un mano a mano con Rulli justo cuando el colegiado ya estaba señalando el descanso.
La reacción del Marsella fue inmediata. Aubameyang, un delantero curtido en mil batallas, un obrero de gol, un delantero con un hambre intacto a pesar de no tener que demostrar ya nada a nadie en la élite, aprovechó el único error de la noche de Pope, al que regateó para a continuación marcar a portería vacía. El Vélodrome, callado, anudó su incondicional aliento, sabedor de que un pinchazo dejaba contra las cuerdas al OM en Champions.
El exjugador del Barcelona, desatado, imparable por momentos en la segunda parte, firmando una prestación perentoria a todos los niveles, atacó el primer palo y embocó en la red un magistral centro de Weah, que realizó un segundo tiempo brillante aportando profundidad en la banda derecha.
El Newcastle, sin embargo, no había dicho la última palabra. Howe dio entrada a Woltemade, suplente por sorpresa, y el gigante alemán sembró el miedo en la defensa del Marsella. Las ocasiones se sucedieron en el área de Rulli, que, además, evitó el empate con varias intervenciones providenciales. El Marsella aguantó como pudo y selló, gracias a Aubameyang, un triunfo vital para sus aspiraciones en la Champions.


