La ONU denunció el horror de los ataques rusos que dejaron decenas de muertos en Ucrania

Volker Türk advierte de aparentes violaciones sistemáticas del Derecho Internacional Humanitario tras el sexto bombardeo masivo contra infraestructura energética en menos de dos meses

Infobae

Naciones Unidas ha vuelto a colocar el foco sobre el impacto humano de la guerra en Ucrania tras la última oleada de ataques rusos, que dejó decenas de muertos y más de un centenar de heridos en varias regiones del país. La violencia golpeó desde el este hasta el oeste del territorio ucraniano e interrumpió servicios básicos en pleno avance del invierno. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, calificó el escenario como “horroroso” y subrayó la magnitud de las víctimas civiles, especialmente en Ternópil, ciudad situada a cientos de kilómetros de la línea del frente.


Türk denunció que el uso combinado de misiles de largo alcance y drones kamikaze volvió a exhibir “el horror” que suponen estos ataques contra áreas urbanas. Según su oficina, se trata del sexto bombardeo masivo contra infraestructura energética ucraniana documentado en menos de dos meses. La reiteración de este patrón, advirtió, apunta a aparentes violaciones sistemáticas de principios fundamentales del Derecho Internacional Humanitario, como distinción, proporcionalidad y precaución. Y exigió una investigación “inmediata, exhaustiva e independiente”.

El alto comisionado advirtió también de que atacar de forma específica instalaciones energéticas justo al inicio del invierno agrava las consecuencias humanitarias. Ucrania enfrenta desde hace semanas cortes eléctricos diarios, así como interrupciones en el suministro de agua y calefacción en algunas zonas, producto de ataques previos. En regiones donde la temperatura ya cae por debajo de cero, los daños ponen en riesgo a millones de personas. La ONU alertó de que esta presión sobre servicios esenciales se suma al cansancio físico y psicológico acumulado tras casi tres años de guerra.

El llamamiento de Türk a Moscú fue directo: pidió “el cese inmediato del ataque armado contra Ucrania” y la retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano, recordando que las obligaciones internacionales del Estado agresor son claras y vinculantes. La condena se enmarca en una preocupación creciente dentro de Naciones Unidas ante el incremento de ataques contra infraestructura civil durante el último año, una tendencia que el secretario general António Guterres calificó en septiembre como “profundamente alarmante”.

Rescatistas evacúan a una anciana
Rescatistas evacúan a una anciana luego de que un ataque con misiles rusos alcanzó un edificio residencial en Kharkiv, Ucrania, el 19 de noviembre de 2025 (AP Foto/Andrii Marienko)

El coordinador humanitario de la ONU para Ucrania, Matthias Schmale, lamentó el alcance del sufrimiento civil. “Desde Kharkiv hasta Ternópil, las familias han perdido seres queridos, han sufrido heridas y han visto sus hogares destruidos”, afirmó en un comunicado. Según las autoridades ucranianas, en Ternópil murieron 25 personas, entre ellas tres menores, y 92 resultaron heridas. En Kharkiv, alrededor de medio centenar de personas resultaron heridas tras una noche de bombardeos sucesivos en varios distritos de la ciudad.

Schmale subrayó que el daño a la red energética, producto acumulado de ataques sucesivos, está obligando a implementar cortes de emergencia y limita la capacidad de las autoridades para asegurar servicios básicos. La destrucción sistemática de infraestructura civil —advirtió— es incompatible con el Derecho Humanitario, que prohíbe explícitamente atacar bienes esenciales para la supervivencia de la población.

También Rosemery DiCarlo, secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, expresó su “consternación” por los ataques nocturnos contra Ternópil y Kharkiv. Sostuvo que estos bombardeos “violan el Derecho Internacional Humanitario” y reclamó que cesen “de inmediato”. La funcionaria señaló que la ONU sigue documentando patrones de ataque que parecen dirigidos deliberadamente a infraestructura civil, una práctica prohibida por los Convenios de Ginebra.

La ofensiva rusa coincide con una intensificación general de los ataques aéreos en Ucrania desde finales del verano. Según analistas del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), Moscú ha incrementado el uso de misiles balísticos y drones Shahed de fabricación iraní para presionar a la red eléctrica ucraniana y forzar al Gobierno de Volodímir Zelensky a destinar más recursos a la defensa antiaérea. El objetivo, según el ISW, sería debilitar la capacidad de resistencia durante los meses más fríos del año.

Rescatistas trabajan en el sitio
Rescatistas trabajan en el sitio del edificio de apartamentos golpeado por un ataque de misiles rusos por la mañana, en medio del ataque de Rusia contra Ucrania, en Ternopil, Ucrania, en esta foto difundida el 19 de noviembre de 2025 (Servicio de prensa del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania/vía REUTERS)

Zelensky, en un mensaje difundido en la red social X, afirmó que los servicios de emergencia continúan “tratando de salvar vidas debajo de los escombros” en Ternópil. Describió los ataques como un intento deliberado de matar a civiles mientras dormían y pidió a los aliados aumentar la presión internacional sobre Rusia. El presidente ucraniano lleva meses insistiendo en que la protección de infraestructuras energéticas requiere más sistemas de defensa antiaérea de largo alcance, un punto repetido en sus visitas recientes a Bruselas y Washington.

El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania indicó que todavía se desconoce el número de personas atrapadas bajo edificios colapsados. La búsqueda continúa en varios barrios de Ternópil, donde los misiles impactaron en zonas residenciales densamente pobladas. En Kharkiv, los ataques golpearon edificios de viviendas, un centro educativo y un cruce vial, según la administración local.

Con la llegada del invierno, los organismos internacionales prevén un deterioro adicional de la situación humanitaria. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) calcula que más de 14,6 millones de personas —un tercio de la población ucraniana— necesitan asistencia. Tras el último ataque, los equipos humanitarios evalúan nuevas necesidades de refugio, calefacción y apoyo psicológico en las regiones afectadas.

La ONU ha reiterado que la protección de la población civil no es una recomendación sino una obligación legal. Sin un cambio de estrategia militar por parte de Moscú, advierten los organismos humanitarios, la combinación de temperaturas bajo cero, ataques continuados y apagones podría ampliar aún más la crisis dentro de un país exhausto por la guerra prolongada.

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