Italia ruge al final

A la Selección de Rino Gattuso le costó hasta el final del segundo tiempo encontrar los goles pero lo consiguió con Mancini y Esposito, y celebró la quinta victoria de cinco con el entrenador.

Sabrina Uccello
As
Justo cuando necesitaba marcar, la Italia de Gattuso, por primera vez desde que el técnico dirige la Selección, encontró dificultades para hacer goles. Las esperanzas de entrar por la puerta grande en el Mundial de 2026 ya habían disminuido tras una nueva victoria de Noruega contra Estonia por 4-1. Sin embargo, Moldavia es hasta ahora el equipo con más dificultades en cuanto a resultados en el Grupo I, por lo que, a pesar de los cambios en la alineación debido a las diversas ausencias por lesión y descalificaciones, Italia podría haber progresado con más confianza y, en cambio, su rival hizo que el partido fuera agotador hasta el final.

La primera parte de Italia no fue especialmente emocionante, aunque la Selección de Gattuso tuvo el control del partido contra Moldavia. Las opciones ofensivas en ausencia de Kean han sido interesantes, pero por el momento no muy productivas considerando las oportunidades con el avanzar del partido. En el 6’, por ejemplo, excelente combinación entre Scamacca y Raspadori con un disparo del jugador del Atleti rechazado por Cojuhar. Poco después, el portero moldavo demostró estar pasando una noche para resaltar, desviando a córner un tiro libre pateado de nuevo por Scamacca desde el borde del área.

Mientras Zaccagni y Raspadori intervinieron juntos en un centro desde la derecha de Bellanova, molestándose mutuamente, en el 25’ fue Mancini quien tuvo la mejor oportunidad. Italia disparó desde el centro del campo y Cojuhar despejó en corto. Entonces el defensor estaba en una posición favorable pero pateó demasiado alto. Moldavia sólo se dejó ver en el 35’ y también corrió el riesgo de frustrar los esfuerzos de Italia, porque Postolachi voleó y tocó el travesaño. Los primeros 45′ terminaron con tres córners para los Azzurri, que sin embargo no lograron aprovechar una primera parte sin giros particulares.

El escenario no cambió mucho en la segunda parte, de hecho Italia pronto tuvo la oportunidad de avanzar con una volea de Cambiaso, en la que intervino Revenco. Sin embargo, con el paso de los minutos, el equipo de Gattuso demostró tener dificultades para hacerse peligroso con una posesión prolongada pero demasiado lenta y poco vertical. Por eso Gattuso optó por disponer en el campo a Retegui y Pio Esposito.

Un experimento cuyos resultados tardaron en salir. Hay que esperar precisamente al 77’, cuando en realidad Moldavia también se mostró más valiente en ataque. Gracias a Pio Esposito, Italia tuvo dos oportunidades importantes. Entrando en el campo Politano, este cruzó al área para su colega pero Cojuhar no lo dejó escapar y apenas un minuto después Zaccagni brindó otra asistencia a Esposito, sin embargo el remate no terminó en gol. Dos desperdicios imperdonables.

En el 88’ puso todo en orden Mancini. El defensor atrapó un centro de Dimarco desde la izquierda y cabeceó desde el centro del área, logrando la ardua tarea de derribar a Cojhuar y en plena recuperación también hubo alegría para el suplente Esposito, que en el 93’ interceptó un centro de Politano y giró con fuerza la cabeza detrás del portero oponente. Mientras el público local abandonaba el estadio antes del pitido final, Gattuso esperó a que el árbitro señalase el final del partido para celebrar su quinta victoria en cinco partidos dirigiendo a Italia. El futuro por fin parece cada vez más azul.

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