Éxtasis culé: el Barça vuelve a su templo
Unos 23.000 aficionados dan grandeza al regreso del primer equipo al Spotify Camp Nou 894 días después en un entrenamiento convertido en prueba-piloto para el estreno, previsto para final de este mes.
Un día de emociones. Para algunos niños, que se saltaron el día de colegio, era su primera vez en el Estadi. Para los mayores, un día de recuerdos. La victoria contra el Standard de Lieja en la final de la Recopa, las remontadas contra el Anderlecht, Chelsea, Milan. La noche memorable de Pichi Alonso contra el Goteborg. El regate de Messi a Boateng en la semifinal de la Champions de 2015. El 6-1 contra el PSG. Tantos y tantos Clásicos…
El coliseo, que fue demolido y reducido a piedras en el verano de 2023, sigue en obras y su aspecto, a la espera de la construcción de la tercera gradería, es muy similar al que tenía. El Barça decidió respetar la estructura de las dos primeras graderías en un guiño al estadio construido en 1957. Fue a la hora de reformular el proyecto cuando se decidió tirar la tercera gradería, muy deteriorada. Ahora se construirá ‘aislada’ de las otras dos, como en un edificio aparte que permitirá crear un pasillo 360 diáfano que, cuentan, será la envidia del mundo. La cubierta será la guinda del Spotify. El club, que confía en que el Spotify completo sea una realidad a finales de 2026, también desliza que podría haber algún retraso.
A las 11:02 minutos, y con Joan Laporta en primera persona en la ‘llotja’, la primera plantilla del Barça se hizo la primera foto. Los últimos en aparecer, bajo los atentos ojos de Hansi Flick, fueron Ferran Torres y Lamine Yamal. Pedri y Raphinha, lesionados, también quisieron salir en la imagen. “Estoy ilusionada 20 sobre 10. Hemos hecho este sueño realidad, porque ya lo es prácticamente. Ya tenemos esta licencia 1ª para 23.000 personas, pero no volveremos hasta que el aforo sea de 45.000, cuando tengamos la licencia 1B (para 45.000 espectadores)”, dijo Elena Fort, vicepresidenta del área social. Preguntada por los retrasos de la constructora Limak, y las posibles indemnizaciones, puso peros: “Todos los contratos tienen garantías de incumplimientos. Cuando se acaben las obras veremos y estudiaremos las causas del retraso porque retraso no tiene que significar incumplimiento”.
Seguramente, lo más impresionante del primer día, de la prueba-piloto, no fue lo que se vio (el famoso eslogan de Més que un Club, que no se vio en la segunda gradería, pasará a la tercera), sino lo que se imagina. La tercera gradería y la cubierta, el Spotify preparado para recibir a 105.000 personas, será una obra faraónica. De momento, este viernes ya hubo éxtasis culé.


