El futuro ‘9’, una decisión abierta
El partidazo de Lewandowski en Vigo agita una decisión estructural en el club. Un crack, un competidor de Ferran o la renovación del polaco, las vías abiertas.
La realidad es que el futuro del ‘9’ está muy abierto. Partiendo de la base de que ya hay un jugador de garantías en el puesto, Ferran, con contrato hasta 2027, y a quien el club pretende renovar, el club puede optar por tres vías. La más improbable es que fiche un crack. Julián Álvarez es uno de los sueños del club, pero incluso si estuviera de vuelta en el 1:1, su fichaje parece inviable (está valorado en 100 millones de euros). El otro gran nombre es el de Harry Kane, vinculado estos días al Barça a través de The Guardian, aunque el club ha negado una posibilidad, en cierto modo, ilusionante para la afición por más que el inglés tenga ya 32 años.
Hay una vía intermedia que podrían representar Etta Eyong o Dudan Vlahovic. Dos oportunidades de mercado de diferentes características. La del camerunés, 22 años, una apuesta de futuro por un jugador en progresión, que se mueve bien con espacios y tiene instinto rematador. La del serbio, pese a su juventud aún (25 años) tendría que ver con el rendimiento inmediato después de su paso por Fiorentina y Juventus. Acaba contrato y Deco ha tanteado una opción que, de ejecutarse, debería hacerse pronto porque al serbio le lloverán las ofertas.
Deco, sus ayudantes y los miembros de la comisión deportiva del Barça tienen tiempo para tomar una decisión importante en la estructura de futuro de la plantilla. La misma también podría depender, de manera indirecta, de la inversión que se haga en el extremo izquierdo, sea para que continúe Rashford o para fichar otro jugador. En las últimas entrevistas, Deco siempre ha relativizado la incorporación y ha recordado, por ejemplo, que el PSG lo ganó toda la temporada pasada con Dembélé jugando de teórico delantero centro. Es cierto que, en el Barça, el ‘9’ también ha pasado sus momentos. Sin peso en la época de Cruyff hasta la llegada de Romario, o mientras Messi ocupó el puesto de falso delantero, pero clave cuando Suárez reactivó al equipo en 2014. Por eso, la directriz en el club es, sobre todo, no precipitarse.


