El brasileño Oscar, hospitalizado por una anomalía cardíaca
El jugador de Sao Paulo se plantea su retirada y rescindir el contrato que le vinculaba con el club hasta 2026.
Según fuentes del club, la anomalía fue detectada en una prueba en bicicleta, en la que el ex del Chelsea, entre otros, llegó a perder brevemente la conciencia, lo que activó todos los protocolos médicos. Sus exámenes serán repetidos en los próximos días, y solo entonces se definirá si podrá continuar con la carga habitual de entrenamiento o si deberá detener su carrera por completo, aunque fuentes como Globo Esporte indican que la probabilidad de que corte su contrato es alta.
Este episodio abre un debate inevitable, la posibilidad real de una retirada. Oscar estudiará esa opción si los médicos consideran que continuar en la élite supone un riesgo. El propio jugador, según fuentes cercanas, es consciente de que el diagnóstico puede marcar un antes y un después en su trayectoria, incluso más que las lesiones que ya lo habían afectado desde su regreso a Brasil.
Una carrera condicionada
Hablar de Oscar es hablar de un talento marcado por la mala fortuna. Desde sus primeros pasos en el fútbol profesional, cada repunte de forma se vio interrumpido por un problema diferente: lesiones musculares recurrentes, fracturas -incluida una de tres vértebras que ya le llevó a un riesgo del corazón- y largos periodos de inactividad que mermaron su continuidad, eternamente condicionada por problemas de salud.
El futuro del mediapunta depende ahora de la evolución de los exámenes y de una reflexión profunda que tendrá que hacer rodeado de su entorno más próximo. São Paulo, que contaba con él como una de sus grandes figuras hasta 2026, encara también un panorama incierto. Lo único claro es que este nuevo sobresalto obliga a replantear prioridades.
