¡El Bayern lleva a la UEFA a los tribunales!
El conjunto alemán presentó una queja formal por las medidas de la policía francesa que han afectado al desplazamiento de sus aficionados al duelo ante el PSG.
Las autoridades francesas decretaron el lunes una orden general que obliga a todos los autobuses con aficionados bávaros a concentrarse en un peaje a las afueras de la capital antes de dirigirse escoltados al Parque de los Príncipes. Asimismo, se prohibió a aquellos seguidores que viajaron a la capital francesa con otros medios de transporte desplazarse en vehículos particulares, permitiéndoles llegar al recinto únicamente en transporte público. Tras el encuentro, todos los simpatizantes del Bayern debían regresar a los medios de transporte utilizados inicialmente, retrasando la salida de los autobuses hacia Múnich a las 5h de la mañana aproximadamente. La medida, comunicada con menos de 24 horas de antelación, provocó la indignación de la directiva alemana y de su afición desplazada.
“Para el Bayern, la falta de preaviso de esta disposición resulta inaceptable, ya que —como en todos los partidos del club— toda la información relevante se había comunicado con transparencia desde hacía semanas”, señaló el comunicado oficial del club. El hexacampeón de Europa añadió que “no existe ningún cambio en la situación de riesgo en relación con los aficionados del Bayern desde el último encuentro en París en 2023”. El PSG manifestó su apoyo al conjunto muniqués en este asunto y pidió una revisión urgente de las restricciones impuestas por las autoridades locales.
A los tribunales
Tras la protesta formal presentada ante la UEFA, el Bayern informó que llevó el caso ante un tribunal en París para impugnar la orden de la Prefectura de Policía que restringía el desplazamiento de sus aficionados al Parque de los Príncipes.
Pese a conseguir una audiencia de urgencia el mismo día del partido, la decisión judicial se dictó por escrito horas más tarde, lo que hizo imposible revertir la medida antes del encuentro. La situación generó fuertes críticas desde todos los ámbitos debido a las condiciones precarias en el punto de reunión obligatorio —con un solo baño y sin comida ni bebida— y por los retrasos que obligaron a los seguidores a permanecer varias horas tras el partido. Muchos de ellos faltaron a sus trabajos al día siguiente. Tanto el PSG como la UEFA expresaron su apoyo al Bayern, que anunció que no dejará pasar el incidente.
Jan-Christian Dreesen, director general del cuadro muniqués, calificó la decisión de la policía parisina como “una medida sin precedentes” y lamentó la falta de respeto hacia los aficionados de su club. Señaló que, a pesar de haber logrado una cita judicial urgente, el retraso en la sentencia suponía “una nueva bofetada” para los suyos, pues ya fue demasiado tarde para revertir la situación. Dreesen subrayó que el club no se quedará de brazos cruzados y defenderá los derechos de sus hinchas hasta el final.


