El Banco Central de Brasil mantuvo la tasa de interés en 15% pese a las presiones del gobierno
El organismo advirtió que el objetivo es controlar el ritmo de los precios, mientras mantiene su postura frente a un mercado laboral fuerte y las tensiones geopolíticas
InfobaeEl Banco Central de Brasil resolvió este miércoles mantener sin cambios su tasa básica de interés, Selic, fijada en un 15% anual, el nivel más alto de los últimos 19 años.
“Esta decisión, aprobada de forma unánime, busca asegurar la convergencia de la inflación al rango objetivo”, señala el comunicado difundido tras la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom).
Tras siete subidas consecutivas desde septiembre de 2024, la tasa Selic ha quedado invariable desde junio, pese al reclamo del Ministerio de Hacienda de que es necesario flexibilizar la política monetaria.
La institución explicó que “el escenario externo se mantiene incierto”, en particular por la aplicación de aranceles estadounidenses y la volatilidad de los mercados a partir de conflictos geopolíticos globales.
“El mantenimiento del tipo de interés en un nivel elevado durante un periodo prolongado es fundamental para consolidar la estabilidad de precios”, indica el texto oficial. También destaca que, si en el futuro se detectan desvios en la inflación o un repunte de riesgos externos, la autoridad monetaria no dudará en adoptar medidas más restrictivas.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, volvió esta semana a cuestionar la política del Banco Central y pidió abiertamente una reducción de tasas.
“Por más presión que los bancos hagan sobre el Banco Central para no bajar los intereses, estos van a tener que caer”, afirmó. Haddad sostuvo que “las tasas reales del 10% no se justifican con la situación actual”, y resaltó que el enfriamiento de la economía y la previsión de menor crecimiento en 2025 abren margen para aliviar la carga financiera.
Desde enero, el Banco Central es presidido por Gabriel Galípolo, designado por Lula da Silva. Aun así, el Copom subrayó que no ha identificado señales suficientemente sólidas para iniciar una política de recortes, a pesar de la desaceleración previsible del PIB para 2025 (proyectada en 2,3%, tras el 3,4% de 2024) y la presión gubernamental para estimular el consumo y la inversión.
El actual nivel de tasas de interés ha convertido a la renta fija brasileña en una opción muy atractiva para inversionistas extranjeros, lo que ha contribuido a fortalecer el real y sostener máximos históricos en la bolsa paulista, incluso en medio de la desaceleración económica interna.
En paralelo, la decisión llega mientras la inflación muestra señales mixtas. Pese a la desaceleración observada tras meses de endurecimiento monetario, los precios al consumidor subieron levemente en septiembre, y la expectativa para los años venideros permanece por encima del rango meta, alimentando la cautela del Banco Central.
El entorno internacional, marcado por nuevos aranceles de Estados Unidos y los efectos indirectos de las crisis en Oriente Medio y Europa, también suma incertidumbre. El Banco Central advirtió sobre la necesidad de mantener flexibilidad y capacidad de reacción ante choques externos que puedan alterar las perspectivas de inflación o la estabilidad financiera.
La próxima revisión de la política monetaria está prevista para diciembre. Los mercados seguirán atentos al comportamiento de la inflación, el desempeño laboral y posibles cambios en el contexto global, en un año que será clave para la economía brasileña y para las estrategias políticas de cara a los comicios.


