Chelsea 1 Arsenal 1: Los Gunners pierden la oportunidad de ponerse siete arriba en un derbi londinense de mal carácter
TODAVÍA con cinco puntos de ventaja, ahora invictos en 17 partidos, y una prueba de que estos Gunners no se rinden incluso si sus dos pilares defensivos faltan.
El cabezazo de Mikel Merino hizo que Mikel Arteta y los suyos salieran del Bridge con la imagen del equipo al que el resto tienen que vencer.
Pero seguramente el técnico del Arsenal lamentará esto como una oportunidad perdida.
Después de todo, no es frecuente tener la oportunidad de jugar 52 minutos contra grandes oponentes con 10 hombres, después de que Moisés Caicedo fuera expulsado con razón por un golpe impactante en el tobillo izquierdo de Merino.
Más aún cuando, a pesar de no contar con Gabriel ni con William Saliba , todo lo demás ha salido como debía.
Incluso cuando estaban atrás, el remate de Merino a corta distancia les dio a los líderes más de media hora para terminar una semana impresionante a lo grande.
En el campo del Chelsea donde el martes golearon al Barcelona , cualquiera hubiera apostado su casa a que “Arselona” pasaría de marcha.
Especialmente porque Arteta pudo llamar a Martin Odegaard , Noni Madueke y Viktor Gyokeres desde el banquillo.
Sin embargo, a pesar de dominar la posesión, sólo el último disparo de Merino, desviado por Robert Sánchez antes de que Gyokeres lo derribara, puso a prueba al portero local, una muestra de la resistencia y el carácter del Chelsea.
Y aunque el Arsenal no perdió nada en una tarde que vibró con energía pura , rencor y mordacidad y que le dio al árbitro Anthony Taylor una tarea ingrata, tal vez miren atrás y reflexionen que podrían haber ganado mucho, mucho más.
Sobre todo teniendo en cuenta la destitución de Caicedo, que parecía el punto de inflexión.
La embestida del ecuatoriano, con los tacos por delante, hacia el tobillo expuesto de Merino fue más que fea, aunque en consonancia con la brutal intensidad de mucho de lo que había sucedido antes.
Piero Hincapie y Cristhian Mosquera pueden haber sido una nueva pareja defensiva para el Arsenal, pero esto se sintió como un retroceso al juego apasionado de la era Mourinho versus Wenger.
La animosidad hirviente de los fanáticos, la agresión física implacable de los jugadores, el libro de Taylor en peligro de llenarse antes del intervalo.
Las amonestaciones a Martín Zubimendi, Marc Cucarella -por su segunda falta a Bukayo Saka- y Mosquera, por derribar a Moisés Caicedo, llegaron a los 13 minutos.
También hubo algo de fútbol , aunque ninguno de los dos porteros fue realmente puesto a prueba en el primer período.
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Los Gunners ofrecieron una exhibición por debajo del par en Stamford Bridge, pero se les dio la ventaja cuando Moisés Caicedo vio la roja por una falta terrible sobre Mikel Merino.
Pero los Blues sorprendieron a sus rivales al adelantarse poco después del descanso gracias al cabezazo de Trevoh Chalobah.
Y el Arsenal finalmente logró empatar cuando Merino remató con potencia un centro de Bukayo Saka.
Pero los hombres de Mikel Arteta se vieron obligados a conformarse con una ventaja de cinco puntos sobre el Manchester City después de no poder derrotar a un tenaz Chelsea.
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Saka habría estado fuera de juego después de la revisión del VAR cuando disparó a Sánchez y Estevao Willian disparó por encima, aunque la disposición del Chelsea a jugar en largo y luego presionar alto incomodó a los Gunners.
Una pérdida de balón resultó en que Enzo Fernández le picara las manos a David Raya antes de que Caicedo, finalmente, y después de la larga marcha de Taylor hacia la pantalla (tanto él como Merino se retorcían en el suelo) recibiera la tarjeta roja.
La decisión correcta fue la de Taylor de amonestado solo a Hincapie después de que atrapó accidentalmente a Trevoh Chalabah mientras se enfrentaban en el aire.
Sin embargo, dos minutos después del intervalo, Chalobah tuvo un impacto que realmente importó.
Raya, desconcertado por el tiro libre de Reece James, realizó un espectacular salto con garra, aunque el cabezazo de Joao Pedro en realidad salió desviado.
Y cuando James lanzó un pase hacia dentro desde la izquierda del Chelsea , Chalobah se adelantó para conseguir el primer toque frente al primer poste, con Raya indefenso mientras el balón pasaba a toda velocidad junto a él.
Maresca sustituyó a Joao Pedro por Liam Delap para ocupar físicamente a los centrales suplentes del Arsenal, mientras Arteta respondió enviando a su pesada brigada.
Saka retorció a Cucarella en ambos sentidos antes de meterse en el área pequeña y tanto Merino como Madueke podrían haber cabeceado hacia la red con Malo Gusto en inferioridad numérica, el español consiguiendo el toque letal.
Ahora el Arsenal estaba en ascenso, esa clase desde el banquillo le permitió tomar el control, la llegada de Gyokeres fue una señal de la ambición de Arteta de ganar, incluso si la instantánea de Delap en el otro extremo vio a Raya luchando por salvar.
Sin embargo, lo que les costó hacer fue crear la clara apertura que buscaban, con una defensa del Chelsea desesperada pero efectiva.
Por momentos, parecía que el Arsenal tendría que abrirse paso.
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El Chelsea escapó de un duro derbi londinense contra el Arsenal con un punto en Stamford Bridge.
La primera mitad fue una primera parte cautelosa y muy disputada entre los dos equipos.
No hubo goles, pero cinco jugadores fueron amonestados antes del descanso y el Chelsea ya se quedó con diez hombres tras una entrada imprudente de Moisés Caicedo a Mikel Merino, del Arsenal.
El dilema del "no gol" quedó resuelto a principios de la segunda mitad gracias a un goleador inesperado.
Un tiro libre profundo del Chelsea fue desviado brillantemente por David Raya después de que Joao Pedro dirigió un cabezazo hacia el arco, pero el córner resultante fue cabeceado al fondo por Trevoh Chalobah.
Esa ventaja no duró mucho, ya que el Arsenal empató gracias a Mikel Merino, quien cabeceó para darle a Bukayo Saka su primera asistencia en un año después de hacer lo que Lamine Yamal no pudo: superar a Marc Cucurella.
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Sin embargo, esta vez les faltó la eficacia clínica que había demostrado ser demasiado buena tanto para los Spurs como para Munich durante la semana pasada.
Hay que reconocerle el mérito al Chelsea, que nunca le faltó el deseo de atacar, incluso cuando sus oportunidades eran limitadas.
Faltaban sólo dos minutos para el final cuando el muro azul pudo haber sido traspasado.
Pero Sánchez, a su izquierda, le negó a Merico el único espacio libre, recibiendo un golpe de Gyokeres por ello.
El rugido de la afición local que recibió el pitido final contó la historia.
Gritaron como si su equipo hubiera ganado. El Arsenal, en cambio, parecía desanimado. Aun así, siguen en el primer puesto.
