Champions | Newcastle - Athletic / Selton es la esperanza
El canterano irrumpe en medio de un parte desolador de bajas y tapa la amargura de una nueva derrota, ante el Newcastle.
AsEl Athletic arrastró su pena hasta St James’ Park, un santuario de arquitectura de lo más singular, pero que sobrecoge por la pasión de sus moradores. El dolor bilbaíno no reside solo en los malos resultados, es que el físico le ha abandonado definitivamente, con bajas que no podrían compensar ni cuatro Messis o Cristianos. El equipo de Valverde cerró filas, exhibió todo el orgullo que uno pueda mostrar en medio de semejante desierto. Coincidieron en el verde en un instante Rego, Selton, Adama, Hierro.... Y no era la Youth League, sino el torneo gordo. Si comparecer en Champions ya es difícil para esta raza de clubes españoles que no se llaman Barça, Madrid o Atlético, hacerlo en estas condiciones es algo así como una misión imposible.
El equipo rojiblanco empezó con ilusión, pero acabó rindiéndose a la realidad. Se derritió en la pizarra de Howe: en cada balón parado y bloqueo se quedaban enganchados, y eso facilitaba remates completamente solos de los tallos locales. Las urracas planearon una segunda parte confortable, aunque la entrada en liza de Selton, con destellos de pura magia, al menos sirvió para endulzar la noche. La tarea del playoff se complica jornada a jornada, pero aún hay vida. Y dignidad, como se vio en St James’ Park.
Las penalidades se amontonaron como un Everest en el vestuario de Valverde, que pidió vez en la enfermería para nueve jugadores, gran parte de sus estrellas, y tiene a Yeray sancionado. El último que cayó, horas antes del partido, Guruzeta, derribado por un síndrome gripal. Eso abría mil ojos sobre cómo resolvería el rompecabezas del once el técnico rojiblanco. Lo pasaportó con Vesga de mediapunta y Unai Gómez de falso nueve. Era una función que podría ser recordada durante años, tantos como estas tres décadas desde el último enfrentamiento entre ambos conjuntos. La defensa solventaba como podía la papeleta ante los corpachones de Joelinton y Woltemade.
El Athletic arrancó voluntarioso, pisando campo enemigo. De saque, apenas llegaban las urracas, pero lo hacían con peligro. En el minuto 9 se anuló un gol a Joelinton por fuera de juego previo, muy justito. Pero contra muchos rivales ingleses siempre se repite el mismo patrón, la vieja historia: son físicos y exprimen la estrategia como nadie en el mundo. Una faltaba lanzada en el 11’ fue perfectamente interpretada por la segunda línea, con un bloqueo para la entrada de Burn, que se escapó de los grilletes de Navarro y se quedó completamente solo en la zona izquierda para rematar a las mallas. No puede afirmarse que habían puesto a funcionar su envergadura, porque el cabezazo fue a media altura. Quedaron bloqueados Vivian, Areso y Vesga, una jugada de tiralíneas maestra. Falló el auxilio de algún centrocampista.
Reaccionó bien el cuadro bilbaíno, con una internada de Unai Gómez que tocó en el pie de un defensor, se fue al palo y de ahí, a córner. El bermeotarra estuvo muy asentado como nueve. Se mostró muy móvil, como es él, sabiendo cuándo bajar a recibir, salir a la presión o correr al espacio. Al paló la envió también posteriormente Adama con un zapatazo lejano. Esa fase dio paso a una de dominio ingles. El Newcastle cada vez se iba viendo más cómodo. Joelinton puso en alerta a los bilbaínos con su constante zumbido en el entorno de Simón, que le sacó con el pie un remate en el uno contra uno. Woltemade tuvo la suya de cabeza completamente solo. El devenir de los acontecimientos conducía al cierre local. Se acababa el gas y es normal, era un Ferrari ante un 600.
Con el tiempo, el encuentro perdió gracia. Mucha intendencia y poca púrpura. El Athletic trataba de estar puesto, pero a la que parpadeaba un segundo, le tiraban a la cuneta. Cada vez se le veía más atornillado al intentar canalizar el juego, suerte que hace tiempo remite al portero. El Newcastle, a los pies del sinfónico Joelinton, que es un tanque con fútbol por los cuatro costados de su armadura, vivió los 45 minutos finales como un masaje. Tras otro despiste defensivo de Navarro, el brasileño hizo el 2-0. Fue el mazazo casi definitivo para sacar la bandera blanca. Burn volvió a tener otra tras un bloqueo liberatorio.
Los visitantes estuvieron languidecientes, pero aún había una puerta para abrir al ánimo, revolviéndose ante el monólogo que proponían las urracas. El interés se centró en ver a Selton, la última perla de la cantera de Lezama. Desde la mediapunta pudo recibir y dar de cara buenos pases. Tiene visión de juego el muchacho. Como se vio en una cucharita a Unai Gómez. Como si fuera una luz en las tinieblas, reanimó al grupo para tener un final esperanzador de cara a lo que viene. Venía causando sensación en la Youth por su desparpajo y lo ha trasladado al torneo de los mayores. Tampoco tiene mala pinta Hierro, emocionado con su madre en la grada. Serrano tuvo tres grandes disparos, pero le disipó la ilusión Pope. Buena puesta en escena y final honroso. Mientras, la esperanza se llama Selton. Estos chavales levantan la moral de cualquiera.


