Brest 0 - O. Lyon 0 / Otro derrape del Lyon
Los de Fonseca, diezmados por la temprana expulsión de Hateboer, se dejan dos puntos en Brest que le alejan todavía más del liderato de la liga francesa.
El Olympique de Lyon de Paulo Fonseca ha perdido fuelle y el atronador inicio de temporada que protagonizó, ganando sus tres primeros partidos, se ha evaporado por completo. El conjunto del Ródano se dejó dos puntos en Brest, como el miércoles en París, y no pudo pasar del empate a cero en la siempre complicada Bretaña francesa. La roja a Hateboer, cuando apenas habían transcurrido cuatro minutos, fue determinante para explicar el resultado, ya que el Brest no se creyó en ningún momento la superioridad numérica que gozó durante prácticamente todo el partido y los lioneses aguantaron con diez jugadores sin apenas sufrir, salvo dos intervenciones puntuales del gigante Greif.
Fue un partido rudo, lento, letárgico, en el que el Brest no supo aprovechar la superioridad numérica y en el que el Lyon se dedicó a aguantar en inferioridad numérica durante los 90 minutos. La temprana expulsión de Hateboer, fichado como ‘Joker’, redujo el espectáculo en el Francis le-Blé.
El Brest no se siente cómodo cuando tiene que dominar y el Lyon sí está más acostumbrado a estas lides, sobre todo desde el inicio de temporada, en el que ha tenido que lidiar con innumerables bajas que, aun así, no le han impedido asentarse en la parte alta de la clasificación. La ocasión más clara del primer tiempo fue un disparo lejano de Ajorque que escupió Greif con una buena intervención, la más destacada de los de Paulo Fonseca en todo el primer acto.
Inerme en inferioridad numérica, el Lyon reculó aún más tras la reanudación. Obligado a lanzarse al ataque, el Brest dio un paso hacia adelante e intimidó la portería rival. Los bretones pudieron adelantarse por medio de Mboup, que firmó un golazo, pero el extremo izquierdo se encontraba en posición antirreglamentaria.
Ni los cambios le dieron frescura al Lyon, un fósil durante toda la segunda parte, incapaz de salir al contragolpe ni con los cambios realizados por Fonseca, enfocados en aguantar a toda costa el empate a cero. El portugués consiguió su objetivo pese al arreón final del Brest, que tuvo en las botas de Labeau-Lascary el 1-0, pero otra vez Greif, omnipresente, lo evitó.
