Alaba está en una encrucijada
El austriaco, que termina contrato en junio, espera la llamada del club para analizar su situación. Sabe que sólo una estabilidad física puede darle opciones de renovar.
Alaba llegó al Real Madrid en 2021 desde el Bayern de Múnich. En su primera campaña disputó 46 partidos y fue la pareja titular junto a Militao. Fue una temporada mágica en la que el Real Madrid levanta Liga y Champions. Para el recuerdo, la icónica celebración del austriaco silla en alto. En su segunda temporada, la 2022-23, juega 39 partidos y levanta la Copa y la Supercopa de España. Y es a la siguiente (en la que el equipo vuelve a levantar la Champions) cuando sobreviene el infortunio que marca su futuro. En diciembre de 2023 se rompe el cruzado, y desde entonces ha sufrido un calvario del que empieza a salir esta temporada aparentemente, porque empiezan a sobrevenir lesiones musculares, muy probablemente, derivadas de esa dura recuperación de la rodilla que le costó más de un año. La última, en el gemelo.
Al central, como es obvio, le gustaría seguir un año más en el Real Madrid. Pasada la treintena el club sólo renueva de año en año. Pero es consciente de que todo depende de si aquí al final de temporada consigue dar muestras de una solidez física que, de momento, no ha podido tener. Hasta el momento, este ejercicio apenas ha podido jugar con el Real Madrid un partido de Champions, ante el Almaty, y media parte ante el Getafe en Liga, esto, más allá de dos presencias testimoniales frente a Real Sociedad y Levante. Xabi Alonso le probó, en el pasado Mundial de Clubes, en la posición de mediocentro. Con Austria sí que jugó completos los dos primeros partidos del parón y ahora, en el segundo, también ha viajado con su selección.
Desde el entorno del futbolista admiten que en las última fechas le están llegando ofertas, pero de ligas secundarias de Oriente Medio donde se mueve mucho dinero y donde su agente, Pini Zahavi, tiene muy buenas relaciones. Alaba espera que en un par de meses pueda plantearse ya una decisión sobre su futuro. Con todo, sigue a expensas de esa llamada del Real Madrid para analizar su situación. El club blanco, como es lógico, no tiene prisa. La entidad espera al transcurso del ejercicio para tomar una decisión con él y con Rüdiger, que está en una situación parecida, porque el alemán jugó toda la pasada temporada con muchos dolores en una rodilla que tiene dañada hasta que se sometió a una artroscopia.
Tanto uno como otro están en un momento crucial para saber su futuro en el club blanco. Alaba, además, con el hándicap de ser tener uno de los salarios más altos de la plantilla: ronda los 10 millones de euros. Toda una encrucijada para él.


