Una nueva oleada de ataques rusos dejó a Ucrania sin electricidad y agrava la escasez de suministros para el invierno
Los ataques contra plantas eléctricas y depósitos de gas afectaron gravemente el suministro energético en regiones clave como Kiev, Odesa y Lviv
InfobaeBombardeos rusos contra instalaciones eléctricas y gasísticas forzaron la suspensión del servicio de electricidad en casi toda Ucrania, agravando el riesgo para millones de ciudadanos en vísperas del invierno.
El operador nacional de la red explicó que la infraestructura energética quedó gravemente afectada y precisó que los trabajos para restablecer el sistema avanzan en varios distritos. Al mismo tiempo, solicitó moderación en el consumo y recomendó priorizar el uso de equipos esenciales, ante un sistema bajo presión extrema.
Los cortes también impactaron regiones clave como Kiev, Odesa y Lviv, extendiendo las interrupciones a grandes urbes y zonas rurales por igual. Este patrón se ha repetido la última semana, con interrupciones que afectan servicios sanitarios, transporte y el funcionamiento cotidiano a medida que bajan las temperaturas.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky calificó los ataques de parte de Rusia como una campaña dirigida a sembrar el caos, con consecuencias directas para el sector gasístico.
“Los rusos están atacando nuestros depósitos de gas y otras infraestructuras de gas, así que hemos empezado conversaciones sobre importar más gas”, declaró Zelensky.
Las autoridades evalúan la posibilidad de adquirir gas adicional de Noruega o Medio Oriente, aunque deben asegurar el financiamiento necesario antes de cerrar cualquier acuerdo.
Técnicos y expertos detallaron que antes de los últimos ataques contra almacenes y plantas extractoras de gas, Ucrania ya contaba con reservas adecuadas para cubrir la temporada invernal empleando producción propia y compras externas. El panorama cambió desde el 3 de octubre tras una ofensiva considerada la más devastadora desde el inicio del conflicto. Sólo en la última semana se registraron tres ataques adicionales sobre puntos estratégicos del sistema gasístico.
La estimación actual advierte la obligación de importar al menos 4.000 millones de metros cúbicos de gas para alcanzar las reservas necesarias y evitar desabastecimiento. El monto para cubrir esa compra ronda los 2.000 millones de euros, mientras instituciones financieras internacionales preparan créditos especiales de hasta 500 millones de euros para colaborar en la operación.
A pesar del descenso térmico previsto para los siguientes días, la calefacción central permanece inactiva en la mayoría de los municipios, con el objetivo de priorizar la disponibilidad del gas almacenado hasta que se disipen los riesgos inmediatos.
“Hace mucho frío. Pero no seremos capaces de proporcionar calefacción durante las próximas semanas. Tenemos que esperar un poco más para poder calentarnos en invierno”, advirtió el alcalde de Leópolis.
La respuesta local ante la situación abarca la apertura de puntos de calor en escuelas, centros culturales y espacios públicos, destinados a asistir a las poblaciones más expuestas, como adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas. Las autoridades instan a quienes puedan tomar precauciones adicionales en sus hogares, reforzando el aislamiento térmico y ayudando a los vecinos más vulnerables a resistir el clima hostil.
Especialistas reiteran que la utilización masiva de aparatos eléctricos para calefacción complicaría la situación, ya que la red eléctrica se encuentra en estado crítico tras los ataques. Comercios y familias urbanas comenzaron a abastecerse de leña, bombonas de gas e implementos para cocinar y calefaccionar espacios con métodos alternativos.
En paralelo a los bombardeos, drones ucranianos han alcanzado plantas energéticas y refinerías del lado ruso, provocando cortes en zonas fronterizas y una escalada en los precios locales del combustible. Sobre el terreno, la población se adapta a la incertidumbre. “Vamos viviendo de día en día y esperamos que lo peor no llegue a hacerse realidad”, resumió una residente de Leópolis.