Un terremoto de magnitud 7,6 sacudió Filipinas: las autoridades cancelaron la alerta de tsunami para las zonas costeras de la isla

El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología señaló que el epicentro se localizó en el mar, frente a la provincia de Davao Oriental, a unos 62 kilómetros al sureste del municipio de Manay, con una profundidad de 10 kilómetros

El jefe de sismología filipino, Teresito Bacolcol, señaló que se esperaban “daños y réplicas” y que su agencia emitiría una advertencia de tsunami tras el terremoto.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Honolulu, indicó que olas peligrosas eran posibles dentro de 300 kilómetros del epicentro, aunque “no existía un peligro de tsunami más amplio”.

Se registró un nuevo terremoto
Se registró un nuevo terremoto en Filipinas una semana después del sismo que dejó a 74 muertos (Europa Press)

Phivolcs informó que se pronosticaban olas de hasta un metro en la costa del Pacífico del país en las siguientes dos horas, y pidió a los residentes de esas zonas que fueran “evacuados de inmediato a terrenos más altos o se desplazaran tierra adentro”.

El organismo reiteró que los habitantes de áreas costeras debían mantenerse alejados de playas y orillas hasta que la advertencia fuera levantada.

La Agencia Sismológica de Filipinas advirtió sobre la posibilidad de un tsunami “destructivo con olas de altura potencialmente mortal”. Según sus estimaciones, “se experimentarán alturas de olas de más de un metro por encima de las mareas normales y pueden ser aún mayores en bahías y estrechos cerrados”.

Las autoridades urgieron a los residentes de las zonas costeras de Samar Oriental, Leyte Meridional, Leyte, Islas Dinagat, Surigao del Norte, Surigao del Sur y Davao Oriental a evacuar de inmediato hacia áreas más altas o trasladarse más al interior.

Hasta el momento, no se reportaron daños ni víctimas tras el sismo. El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, aseguró que el gobierno trabaja “las 24 horas” para llevar ayuda a todos los afectados tras el terremoto en el centro del país.

El presidente filipino Ferdinand Marcos
El presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. en Manila (Associated Press/Aaron Favila)

En un comunicado, Marcos señaló: “Actualmente estamos evaluando la situación sobre el terreno y garantizando la seguridad de todos. Ya se están preparando operaciones de búsqueda, rescate y socorro, que se desplegarán en cuanto sea seguro hacerlo”.

El mandatario ordenó a varias agencias, incluidas las fuerzas armadas y la guardia costera, proceder con evacuaciones inmediatas en las zonas costeras y activar las líneas de comunicación de emergencia. “Sigamos cuidándonos unos a otros y orando por la seguridad de todos nuestros compatriotas”, enfatizó Marcos.

El temblor se produce once días después de que un terremoto de magnitud 6,9 causara 74 muertos y destruyera o dañara unas 72.000 viviendas en la isla central de Cebú.

Los equipos de rescate informaron que el balance de víctimas ascendió a 72 fallecidos, mientras continuaban las labores de auxilio a cientos de heridos y miles de desplazados. Bomberos y socorristas recuperaron los cuerpos de una mujer y su hijo entre los escombros de un hotel colapsado en Bogo, ciudad cercana al epicentro del sismo registrado el martes. En la madrugada del jueves 2 de octubre, se halló el cadáver de otra mujer en la misma zona, según AFP.

Varias personas observan un edificio
Varias personas observan un edificio derrumbado en Bogo City, en la provincia de Cebú, Filipinas (Associated Press)

Las cifras oficiales señalan que 294 personas resultaron heridas y cerca de 20.000 residentes huyeron de sus hogares por el riesgo de derrumbes. Alrededor de 600 casas resultaron dañadas en el norte de Cebú, donde el temor a las réplicas obligó a muchas familias a pasar la noche en las calles.

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