Soto Grado aprueba en el Bernabéu: para el CTA acertó en las polémicas del Clásico

La cúpula arbitral se marcha muy contenta y satisfecha de la labor del árbitro y del VAR en un partido que consideran de los más díficiles de la temporada.

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Un Clásico no es un partido cualquiera. El Real Madrid-Barcelona de este domingo ha sido un claro ejemplo, donde la tensión y las chispas han saltado desde el minuto uno y con trifulca final. De ahí que el Comité Técnico de Árbitros (CTA) apostase por Soto Grado para pitar. Su actuación y la de su compañero Iglesias Villanueva, en el VAR, se saldaron con una buena nota. La cúpula arbitral, según ha podido saber AS, salió “muy contenta” de unos de los partidos más complicados de lo que va de temporada.

No hay Real Madrid-Barcelona sin polémica. Y el primer Clásico de esta temporada tuvo y mucha. Ya que a ojos del CTA se trata de uno de los partidos más complicados de lo que va de Liga. Y aun así, el arbitraje se saldó con una nota muy elevada. Tanto para César Soto Grado, árbitro principal del partido y que no era del agrado de los dos equipos, como para Javier Iglesias Villanueva, que estuvo a los mandos del VAR en una situación muy compleja.

26/10/25 PARTIDO PRIMERA DIVISION REAL MADRID - FC BARCELONA REVISION VAR ARBITRO SOTO GRADO MANO ERIC GARCIA JAVIER GANDUL

El partido tuvo muchos lances que gestionar. Como los numerosos momentos de tensión entre los dos equipos (y banquillos) o el momento de sacar la segunda amarilla a Pedri, pero hubo tres acciones protagonistas. La primera, y nada más empezar el partido, fue la decisión de anular un penalti a favor del Real Madrid. Un pena máxima que fue celebrada como un gol desde las gradas por el inicio tan trepidante del partido y las ganas que tenían los blancos de revancha por la temporada pasada. A pesar de la presión, Javier Iglesias Villanueva mandó a Soto Grado al monitor para que anulase la acción. Para los árbitros, es Lamine el que logra adelantarse y haciéndose con el espacio de juego y es Vinicius el que comete falta al patear al defensa. Una jugada compleja para el CTA, pero bien peritada.

La segunda acción fue la decisión de anular un gol a Mbappé por fuera de juego. La tecnología del fuera de juego semiautomático determinó que el jugador blanco estaba, aunque por poco, adelantado. La tercera polémica fue el penalti de Eric Garcia. Soto Grado en un inicio no señaló nada, pero Iglesias Villanueva le mandó al monitor para que revisase la mano. Al final, el riojano terminó concediendo la pena máxima. Para el CTA, se trata de una mano complicada, pero que se determina punible por el gesto del jugador azulgrana con el brazo. Un gesto que para ellos le delata y valida la intervención. Ya que el brazo va hacia el balón y comete ahí la infracción.

La nota final para Soto Grado e Iglesias Villanueva será de aprobado. Aunque la Comisión Técnica todavía tiene que reunirse y para analizar detalladamente el partido. Las primeras impresiones, según ha podido constatar AS, es que en el CTA están muy contentos con el partido de sus árbitros y que se acertó en las intervenciones del VAR, pese a esa nueva política de entrar menos