Rodrigo Paz, el presidente electo que marcará la “renovación” de la política en Bolivia tras más de dos décadas del MAS en el poder

El senador es un político con trayectoria en la función pública que disputó por primera vez el primer cargo del país. Asumirá funciones el 8 de noviembre

Infobae

Lo que comenzó como una sorpresa en la primera vuelta se consolidó en el balotaje. Rodrigo Paz, quien había irrumpido inesperadamente como uno de los favoritos hace apenas unas semanas, se impuso este domingo en la segunda vuelta electoral en Bolivia y se convertirá en el próximo presidente del país.


Según datos preliminares del Sistema de Resultados Preliminares, Paz aventaja a su adversario, el ex presidente Jorge Quiroga, con el 54%, en una tendencia que al 97% del conteo es irreversible.

El presidente electo de Bolivia es un político experimentado: lleva más de 20 años en la función pública como diputado, concejal, alcalde de la ciudad de Tarija (sur) y actualmente es senador por esa región. Sin embargo, logró consolidarse como una figura de “renovación” al ser esta su primera postulación a la Presidencia y no haber estado nunca en el foco del debate público.

Paz al momento de emitir
Paz al momento de emitir su voto en un recinto electoral de Tarija (REUTERS/Sara Aliaga)

Hijo del expresidente boliviano Jaime Paz Zamora (1989-1993) y la española Carmen Pereira, el futuro presidente nació en Santiago de Compostela en 1967 y vivió su niñez en varios países, debido a la persecución de su padre durante los gobiernos militares. Está casado con Maria Elena Urquidi y tienen cuatro hijos.

El político es economista de formación y tiene estudios en relaciones internacionales. Sus propuestas, enfocadas en la recuperación macroeconómica del país incluyen políticas de descentralización de los recursos públicos, reformas a la política tributaria y reducción del gasto público. A diferencia de su adversario, Paz propone hacer ajustes en la administración fiscal antes de recurrir a nuevos créditos internacionales bajo la consigna de que “cuando no roban, la plata alcanza”.

Bajo el concepto de “capitalismo para todos”, Paz prometió créditos con condiciones favorables, el aumento de bonos sociales, la reducción de impuestos, la legalización de autos indocumentados y la eliminación de aranceles para productos que Bolivia no produce. En un acto público, Paz anunció: “Vienen tiempos mejores, bajar aranceles, bajar impuestos, harto crédito, platita para todos”.

Paz iniciará una nueva etapa
Paz iniciará una nueva etapa para Bolivia tras más de dos décadas del MAS en el poder (REUTERS/Claudia Morales)

Para el analista y consultor en comunicación política, Carlos Saavedra, Paz logró posicionarse como el favorito gracias a su discurso moderado que no planteó una ruptura abrupta con el modelo anterior. “El bloque popular tiene una construcción identitaria muy sólida, pero en lo económico es muy pragmático y votó por quien le genere esperanza de tener una economía más estable sin renunciar a sus banderas nacionalistas, que están en contra de la privatización y de un esquema radical de derecha”, explicó a Infobae.

Para muchos analistas, parte del éxito electoral de Paz se atribuye a su compañero de fórmula: Edmand Lara, un ex capitán de la Policía famoso en redes sociales donde difunde mensajes con un tono moralista, contra el abuso de poder y la corrupción en el Estado.

“Es el verdadero outsider de este proceso electoral”, señala Saavedra. Con un discurso simple y que empatiza bien con la población, Lara se presenta como un ciudadano que defiende valores comunes. “Quien les habla no es un político tradicional, es uno más de ustedes, una persona que conoce la necesidad y la realidad de la gente, y que entiende como se debe gobernar Bolivia”, manifestó en un debate de candidatos dos semanas antes de las elecciones.

El candidato a vicepresidente del
El candidato a vicepresidente del PDC saluda a sus seguidores.

Los ganadores de la elección conformaron el binomio a último momento y en medio de tropiezos. Paz inicialmente presentó como su candidato a vicepresidente a un potentado corredor de autos de 31 años, que a los pocos días de ser lanzado al estrellato renunció para postular a una senaduría con el partido del empresario Samuel Doria Medina, que perfilaba como el favorito en las encuestas.

En paralelo, el Partido Demócrata Cristiano - con el que postuló Paz- también puso algunas trabas a su postulación, al no haber consenso entre las facciones del partido para la nominación del candidato.

Finalmente, Paz y Lara quedaron inscritos ante el TSE y el resto es historia. Ambos serán posesionados el próximo 8 de noviembre con la urgencia de atender la crisis económica, contener la inflación y asegurar el suministro de combustible tras varios periodos de escasez.

“El 8 de noviembre habrá combustible en todo el país, no más filas”, prometió en el debate presidencial una semana antes de la votación. Con la elección resuelta y con las expectativas altas, el senador Paz enfrenta el mayor desafío de su carrera política: transformar sus promesas de campaña en políticas concretas y devolver la estabilidad económica al país.

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