Napolés 3 - 1 Inter / El Nápoles es líder y Lautaro y Conte tienen que ser separados

Después de haber vivido la semana más complicada, el Nápoles dio una respuesta contundente ganando por 3-1 al Inter y volviendo al liderazgo. Chispas entre Conte y Lautaro en el segundo tiempo.

As

Siempre se vuelve a donde uno se sintió bien, como dice el dicho. Por lo tanto, para recuperar el entusiasmo que dejó entre Turín y Eindhoven, donde sufrió dos dolorosas derrotas, el Nápoles regresó a casa: al Estadio Maradona, presentándose con Neres como delantero centro, intentando así un nuevo rumbo debido a la ausencia de Hojlund y la insuficiente aportación de Lucca. En casa, recibió al Inter, que venía de una racha que lo posiciona como el equipo más en forma de la Serie A con 7 victorias consecutivas. Más allá de ser un choque directo entre dos equipos que luchan por el título, también era una noche de oportunidades: una victoria para aprovechar el tropiezo del Milán contra el Pisa y recuperar el primer puesto.


La primera mitad del partido comenzó con el Nápoles al límite y el Inter más valiente: una clara diferencia debido a la situación de ambos equipos. El cansancio de muchos partidos sumados no pareció afectar al capitán del Inter, quien creó la primera ocasión clara de gol en el 15′: Barella le robó el balón a Spinazzola para habilitar al argentino, pero en un disparo ocasional golpeó a Milinkovic-Savic.

Los dos equipos comenzaron a igualar sus respectivos ritmos, hasta que el partido dio un giro decisivo a la media hora con un penalti a favor del Nápoles por un contacto en el área entre Mkhitaryan —quien posteriormente abandonó el campo por un problema físico— y Di Lorenzo. El chequeo del VAR duró tanto como las protestas, pero nada alteró la calma de De Bruyne, quien se acercó al punto de penalti y adelantó al Nápoles. Fue el primer gol del belga como local en la Serie A: los otros tres los había marcado fuera de casa contra el Sassuolo, la Fiorentina y el Milan.

Sin embargo, KDB no celebró. No fue por la ira contenida por los últimos resultados, sino por un problema en su pierna derecha, que llevó al staff médico a retirarlo del campo para dar paso a Olivera. El Inter intentó remontar tras un córner, pero Bastoni estrelló el balón en el larguero. Los minutos finales fueron tensos para los azzurri, con los rivales presionando primero con Barella y luego con un cabezazo de Dumfries que golpeó el poste.

La intensidad del partido en la segunda mitad se hizo evidente en el ánimo de los jugadores: ávidos de victoria, pero también tensos. El Nápoles fingió adaptarse a los tiempo del Inter y en el 54′ reencontró a McTominay, quien siguiendo el rastro de su doblete contra el PSV marcó el 2-0, pero con una actitud completamente diferente: el escocés se escapó a la espalda de la defensa del Inter y disparó un derechazo imparable desde fuera del área. Sin embargo, el penalti de Buongiorno por un manotazo a un cabezazo de Lautaro puso el 2-1, ya que Calhanoglu, enfrentándose a Milinkovic-Savic, lo logró.

En el 60′, los nervios se convirtieron en la clave del enfrentamiento: saltaron chispas entre Conte y Lautaro, como si revivieran escenas del pasado en el Inter e intercambiaron palabras de fuego. Ambos equipos intentaron calmar los ánimos con uno que permaneció imperturbable: Anguissa. El camerunés centró con la zurda y puso el 3-1 en el 67′, confirmando el dominio del Nápoles en el partido. Con varios cambios de frente y buen ritmo, el partido mantuvo a los espectadores pegados hasta el final.

El Nápoles recuperó así el liderazgo en la tabla junto a una respuesta: los Cuatro Fantásticos (Politano, Anguissa, McTominay y De Bruyne) no son la clave a reevaluar tras la última complicada semana. De hecho, de 15 goles del Nápoles en esta temporada 9, más de la mitad, han sido de sus pies. Todo menos que razón de desequilibrio.

Una historia que se repite

Algunas historias realmente no terminan nunca. La de esta noche en el Estadio Maradona comenzó en mayo de 2021 en Milán, con Antonio Conte y Lautaro Martínez a la cabeza. Durante ese partido entre el Inter y la Roma, el entrenador sustituyó a El Toro por Pinamonti, y Lautaro reaccionó con bastante nerviosismo al salir del campo, pateando una botella y refunfuñando.

Un entrenador temperamental como Conte no dejó pasar el incidente y en ese entonces le gritó al delantero de no hacerse el “fenómeno”, el “presumido”. El altercado terminó días después con la aparición de la mejor arma: la ironía. En Appiano, donde el centro deportivo nerazzurro, los dos actuaron como subiendo a un ring con guantes de boxeo y Lukaku de locutor.

Sin Lukaku y separados, años después durante el partido de esta noche entre el Nápoles y el Inter, la tensión volvió a estallar entre Conte y Lautaro, con el capitán del Inter interviniendo en una discusión que surgió tras un contacto entre Dumfries y Olivera. Mientras el holandés respondía a Conte, Lautaro hizo un gesto de miedo (pareció decirle ca**n) y se burló, a lo que Conte respondió de la misma manera. Los jugadores en el campo los calmaron.

Conte comentó sobre el incidente en DAZN: “Cuando juegas partidos así, pueden pasar cosas. Llevé al Inter a un Scudetto después de diez años, tras nueve victorias consecutivas con la Juve, y ya saben lo que significa para mí. Tengo muy buenos recuerdos de esa experiencia. Lautaro es un jugador excelente, pero a nivel humano, quizás no lo conozco tan bien. Le deseo todo lo mejor, no pasa nada”.

Entradas populares