Militao es el Jefe
El central vuelve a ser el que era antes de sus lesiones. Firmó dos partidazos en el Clásico y contra la Juventus y es un fijo para Xabi Alonso.
De un partido sobresaliente ante la Juve a una actuación primorosa en el Clásico. Frente a los bianconeri estuvo imperial: ganó los cinco duelos terrestres que tuvo ante los italianos, despejó seis balones y cortó cuatro pases. Y frente al Barcelona volvió a ser el líder de la zaga, cortando balones y anticipándose, mantuvo a raya a Ferran... y ganó 16 duelos a los azulgrana. Dos choques en los que Militao, además, estuvo muy incisivo en ataque. Contra la Juventus intentó cinco remates (tantos como Mbappé) y frente al Barça, en una nueva aparición en el área, resultó ser el asistente de Bellingham con una dejada de cabeza a centro de Vinicius para que el inglés hiciera el 2-1 definitivo.
“Tener a Militao a este nivel es una grandísima noticia. Vemos en cada partido el rendimiento tan alto que da y que haya recuperado esas buenas sensaciones es importante. Cada vez se siente más poderoso y con más determinación en lo que hace. Va a ir a mejor todavía”, afirmaba Xabi Alonso tras el sublime partido que el paulista se marcó en la Champions ante la Juventos.
El técnico ha ido con tiento introduciéndole en el equipo. Le probó aún en el Mundial, con 26 minutos contra el PSG en los que se desempeñó con arrojo y sin miedo. Xabi lo gestionó al inicio de temporada con los descansos que le dio ante Oviedo y Levante. Y otro obligado, ante el Kairat Alamty, después de un susto.
Cuatro partidos completos
Al inicio del derbi se llevó una patada de Sorloth en el tobillo izquierdo y tuvo que ser sustituido en el descanso. Desde entonces ha sido un fijo para Xabi. Ha jugado completos los últimos cuatro partidos y Ancelotti, sin forzarle (solo jugó el primer amistoso del parón de octubre), también lo ha recuperado para Brasil.
Un Militao que, además de en la defensa, comienza a asumir jerarquía en el equipo. En su séptima temporada en el vestuario madridista va camino de cumplir los 200 partidos oficiales (lleva 183). Que estarían más cerca de ser ya 300 en el horizonte de no ser por esas dos desgraciadas lesiones. Y su buena relación con Vinicius (esta semana han estado juntos con sus parejas en Mónaco) le puede llevar a hacer un papel de ‘pacificador’ en la crisis con Vini. De momento, lo suyo es frenar a los rivales. Y en eso, es el Jefe.
