La batalla de Valverde

El Halcón alzó la voz tras el terremoto de Almaty. El (pen)último capítulo de más de siete meses con la opción de ser lateral. El plan, ante el Kairat, era descansar.

Fernando S. Tavero
As
Lateral o mediocentro. Para Valverde, esa no es la cuestión. Pero su mayor enemigo es, ha sido, su propia polivalencia. Tanta, que en un contexto extremo, Ancelotti lo ‘reconvirtió’. Ya lo había hecho puntualmente Zidane y el propio Carletto en la 2021-22, pero no fue hasta el curso pasado cuando, por momentos, dejó de ser coyuntural. Con Carvajal roto y Lucas entre algodones, miró al “tercer mejor lateral derecho del mundo”.

De sus 65 partidos con el Madrid, 15 fueron ahí. El 8 jugó el 23% de sus encuentros como dos. Y ha pasado de sonreírle a la posibilidad en febrero en la víspera ante el City (“es una posición en la que estoy disfrutando”) a ese “no nací para jugar de lateral”. Dos previas separadas por siete meses y once días. La radiografía de una reubicación que comenzó en anécdota y terminó en terremoto en Almaty. Hasta tener que alzar la voz el Halcón para controlar la sacudida.

La batalla de ValverdeValverde, en Almaty. JESUS ALVAREZ ORIHUELA

El plan era descansar

En el hogar del Kairat, en la víspera de la manita, Xabi probó con él como carrilero pero, a la hora de la verdad, a pesar de haber sido el elegido para tomar la palabra en la rueda de prensa del día anterior, fue suplente. Algo que, tras haber jugado todos los partidos del curso (656 minutos de los 720′ preKairat), estaba apalabrado, como bien confirmó Xabi posteriormente (“estaba decidido, hay que dosificar”) y fuentes consultadas por AS refrendan. “El plan era descansar y volver a jugar contra el Villarreal”. Punto final.

La batalla de ValverdeFede, durante el calentamiento en la segunda parte contra el Kairat.CAPTURA DE TELEVISION

Pero en el rondo previo al silbatazo no apareció, llegando el último, directo al banquillo. Y en el calentamiento durante la segunda parte lució relajado, con las manos en la espalda. Una secuencia que avivó las ascuas. Y Valverde alzó la voz con un comunicado para apagar el incendio: “De mí pueden decir muchas cosas, pero bajo ningún punto de vista pueden decir que me niego a jugar”.

La sintonía entre Xabi y Fede es total, apuntan las mismas fuentes. Una relación sincera, como las palabras del futbolista acerca de la posición. Si es necesario, “uno siempre está a disposición de lo que quiera el entrenador”. Porque esa ha sido la cerilla que hizo saltar al segundo capitán. No la duda sobre su rendimiento, lo asume (“sé que he tenido partidos malos, no me escondo”), sino sobre una presunta negativa a saltar al campo si tenía que ser lateral. Eso, zanjan todas las partes, nunca ha ocurrido.

Crónica de esos siete meses

Es una realidad que Valverde, su anhelo, es jugar en el centro del campo. Desde el principio. Aunque, en estos siete meses, lo que sí ha cambiado es la contundencia del mensaje. Aquel 18 de febrero, antes de recibir al City tras haber brillado en el Etihad, ya había paladeado la posición en ciertos momentos, pero sin la regularidad posterior. Y allí se permitió bromear, y añadir: “Si en el futuro no tengo muchas oportunidades de jugar como medio, estoy seguro de que jugaré como lateral”.

En el parón de marzo siguiente, con Uruguay, volvió a la palestra el tema. Se volvió a mostrar satisfecho, “es una alegría haber jugado como lateral”, pero quiso comenzar a dejar clara su realidad y, sobre todo, su postura: “Me gusta más en el medio. Los partidos que he jugado ahí hemos ganado y eso es lo importante”.

“Es un lateral fantástico, lo ha hecho muy bien ahí”

Ancelotti, la temporada pasada

Las circunstancias le mantuvieron en el carril del dos. Muchas noches grandes fueron suyas. Ese doble partido contra el City, ídem en los octavos de Champions ante el Atlético, la ida de cuartos frente al Arsenal en el Emirates... Por el contexto de la plantilla, pero también por rendimiento. “Lo ha hecho muy bien ahí. Atrás me ha gustado, tiene una velocidad increíble; es un lateral fantástico”, llegó a decir Ancelotti. Y dejó una reflexión: "Su problema es que puede jugar a este nivel en muchas posiciones y el del entrenador, elegir su mejor puesto para el equipo".

Un halago sinónimo al lanzado por Xabi en el Mundial de Clubes: “He visto pocos jugadores así. Me recuerda un poco a Gerrard, abarca mucho campo, tiene un tiro descomunal, juega donde sea, llega tanto a todo... A todos los entrenadores nos gustaría tener un Fede en su equipo". Por ese “juega donde sea”, por haber aparecido como lateral ante el PSG en el Mundial de Clubes y por las lesiones de sus compañeros, la pregunta volvió a aparecer entre bambalinas, tras ganar al Marsella en Champions.

“Después de hablar muchas veces con Xabi, hemos quedado en que no volvería a jugar en el lateral”

Valverde, en zona mixta tras el Marsella

Y ahí, lanzó un mensaje cargado de sinceridad: “Después de hablar muchas veces con Xabi, hemos quedado en que no volvería a jugar en el lateral; estoy contento en el medio y creo que merezco la oportunidad de seguir jugando en mi posición”. Una declaración, esta última, que fue la primera de una sucesión de sacudidas que terminó en el terremoto de Almaty. Y eso es, precisamente, lo que espera Valverde. Que esa batalla termine ahí. En Almaty. Que su mensaje sea el punto final.

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