Getafe - Real Madrid / El Madrid caza en pareja

El decimoquinto gol de Mbappé, a pase de Güler, rescata al Madrid en un partido espeso. Vinicius entró en la segunda parte y resultó decisivo. Nyom y Sancris fueron expulsados por emplearse con dureza contra él.

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Ochenta minutos tardó el Madrid en deshacerse de un Getafe que solo le dio siete segundos de paz, los del parón-protesta que, por primera vez, no censuró la retransmisión de LaLiga. El resto fue plomo en la mochila, mucha percusión, poco violín, menos profundidad. Lo esperado. La supervivencia del Getafe, equipo de plantilla muy limitada, depende de hacerle la vida imposible al adversario, de quitarle sus valores, de volverle peor. No es telegénico, pero sí perfectamente admisible. Llenando el campo de soldados anuló a un Madrid con luces en defensa y sombras en ataque hasta que Nyom le metió un sopapo a Vinicius y dejó cojo a su equipo. Y entonces el dúo Arda Güler-Mbappé resolvió luego el pleito.


El Madrid amaneció así en el Coliseum: Alaba, Camavinga y Rodrygo, un no habitual por línea, en el once; Asencio, Arda Güler y Vinicius, un posible y dos probables, en el banquillo. Una especie de voladura controlada por Xabi Alonso para este presunto partido valle entre la ventana FIFA y las torres gemelas de la semana: Juventus y Barça. En cierto modo, una alineación preventiva para un partido siempre antipático, un 4-2-3-1 que situaba a Bellingham en el centro de mando tras dos semanas de rehabilitación física y anímica. Hasta ahora había tenido que ir él a la montaña porque no existía el puesto en que mejor se desenvuelve. Esta vez fue la montaña a él.

El Madrid caza en parejaDavid Soria salvó este disparo de Mbappé en la primera parte.THOMAS COEX

Bordalás se mostró aún más cauteloso: tres centrales, dos laterales largos, tres pivotes y dos puntas para defender lejos de su área, que considera tierra santa, con un equipo tan corto como contundente en la disputa. Lo de entregar la pelota al Madrid lo traía ya desde casa.

El plan no admite un despiste y, sin embargo, pronto apareció uno, una fuga en la peor zona, la que ocupaba Mbappé sin vigilancia tras un pase de Rodrygo. El francés no anduvo tan certero como acostumbra y David Soria le ganó una partida en la que tenía peores cartas. Oportunidades así regala pocas el Getafe, equipo inmisericorde por la buenas o por las otras con las transiciones del adversario. En esa tarea es imprescindible Milla, un mediocentro insuperable en casi todos los terrenos.

Pista americana

Tardó mucho en repetirse un sobresalto así cerca de David Soria. El Madrid andaba pastoso por cuenta propia y por cuenta ajena. Sin velocidad en la circulación, sin desborde por las bandas y sin juego coral, carecía de llegada y de precisión. Pero es que además el Getafe era una pista americana, escalonando obstáculos y generando impaciencia en el equipo de Xabi Alonso. Frente a los de Bordalás no cuesta solo crear oportunidades, es difícil hasta ganar metros.

Únicamente Mbappé, que va por libre, que necesita poco al resto para infiltrarse en área enemiga, abría alguna grieta en la defensa del Getafe sin más consecuencias. Tras cada ocurrencia aparecía un defensa azul para estropearla.

Rodrygo, en cambio, apenas encontró ocasión de progresar, siempre bajo doble vigilancia. Y a Mastantuono le sobra empeño, pero le falta claridad en los metros de la verdad. A manejarse ahí se aprende y él acaba de salir del bachillerato. En cualquier caso, fue el que más cerca anduvo de David Soria antes del descanso en una precisa incursión vertical. Un fantástico Djené le quitó el caramelo de la boca cuando ya armaba el disparo.

A falta de nada mejor, también lo probaron Tchouameni y Alaba de lejos, pero el ataque del Madrid era demasiado esporádico. Aún más el del Getafe, que sin embargo pudo encontrar el gol en una volea violentísima de Sancris que no encontró portería.

Las rojas

El partido se le puso aún peor al Madrid en el inicio del segundo tiempo. El Getafe se sintió más robusto, cogió vuelo y hasta compareció en el área de Courtois. Tuvo cierta intención un disparo lejano de Adrián Liso.

El Madrid necesitaba un alboroto y tenía al mejor en el banquillo: Vinicius. Su entrada obligó al cambio de banda de Rodrygo. Y como el equipo seguía sin arrancar ni por las bandas ni por el centro, se sumó a la obra la zurda de Arda Güler. El principal problema del equipo de Xabi Alonso, al margen de la falta de intensidad emocional, era la falta de progresión de sus dos laterales, Carreras especialmente. El paso de la temporada parece empequeñecerle.

El Madrid caza en parejaCon este tiro decidió el partido Mbappé.JAVIER GANDUL

Las correrías de Vinicius animaron mucho al Madrid por esa banda. Forzó la amarilla de su marcador, Kiko Femenía, y de inmediato Bordalás cambió su vigilante. Entró Nyom para pararle y lo hizo a la tremenda. El brasileño inició un desmarque y el camerunés, desentendiéndose del balón, que no andaba en las cercanías, lo mandó a tierra de un mandoble. Llevaba 44 segundos en el campo. Jugó con fuego y se quemó.

En ese río revuelto pescó la mejor sociedad del Madrid en la temporada. Arda Güler filtró un pase interior a Mbappé, que con el control hizo medio gol y con la derecha el otro medio. Diego Soria llegó a tocar el balón, que para un portero es que se le escape el cielo entre las manos. La entrada del turco resultó providencial. Otra asistencia a Mbappé se le fue al francés. El pase de 50 metros merecía un mejor final. El 0-1 desquició al Getafe, que acabó con nueve, tras la segunda amarilla a Sancris por patada destemplada a Vinicius, pero aún así pudo empatar. Lo tuvo Kamara y lo evitó Courtois. Increíble que para llegar con ventaja al Clásico el Madrid acabara necesitando a su portero.

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