El Comandante ya está aquí
Giménez regresa al equipo cuatro meses después tras dos largas lesiones. Fue titular y el Atleti recuperó la portería a cero.
“El ingreso de Josema cuando está bien es el mejor central que tenemos. Muy fuerte en el juego aéreo, duro de superar y hoy cerró un partido de 90 minutos, arriesgando la jugada en la última jugada. Nos pone contentos y hay que ayudarle a que nos siga ayudando“, decía Simeone al término del Atlético-Osasuna. Y es que Giménez, su Comandante, había regresado. Al fin. Por primera vez esta temporada. Cuando ya lleva dos meses jugándose, casi al final de octubre. De hecho, en partido oficial el charrúa no asomaba desde que aún no era verano de manera oficial: 20 de junio, en Seattle, ante el Sounders de un Mundial de Clubes que parece formar parte de otra vida ya. Otro Atleti al menos. Uno sin Baena, Hancko, Almada, Ruggeri, Raspadori, Pubill y Cardoso, tampoco Mateu Alemany (desde este parón nuevo director de Fútbol Profesional Masculino rojiblanco). Él siempre suma. El salto que siempre le da a la defensa es incuestionable.
El Atlético, por ejemplo, logró dejar su puerta a cero por segunda vez en la temporada 25-26. La anterior es de hace casi un mes (precisamente ante el Villarreal al regreso del anterior parón, el de septiembre). Que coincida con la vuelta del Comandante no es casualidad. Atlético Stats recogía en un informe sus buenos datos en este partido que era regreso y debut: ganador de ocho de trece duelos, 56 pases buenos de 59, cuatro recuperaciones y seis despejes. Como si no llevara cuatro meses sin jugar.
De la lesión en Estados Unidos nunca hubo en realidad parte medico pero ha sido en realidad la más larga de su carrera: 115 días, ocho por delante de los 107 que estuvo fuera tras operarse el menisco al terminar la 23-24. Fue un mordisco en el muslo, ese tirón que tan bien conoce y que repiquetea en su cabeza como una tortura. Una dolencia que le obligó a parar y le mantenía en entrenamientos individualizados cuando regresó el equipo de las vacaciones a la pretemporada un mes después, el 20 de julio. Estaba a punto de volver cuando, zas, otro mordisco y tirón, el eterno retorno de Nietzsche en forma de lesión y en su cuerpo. La cicatriz de una vieja lesión en el gemelo se le reabría. Era 25 de agosto. Otro mes fuera que han llegado a ser casi dos.
Firmeza en los pasos
Pero con Giménez cada paso debe ser firme. Lento pero seguro. Para la victoria final. Volver a jugar sin dolores y sin que sigan sumándose dolencias a esa larga lista que supera con creces el centenar de partidos perdidos por lesiones en 12 temporadas, un 70% de ellas de carácter muscular. De momento la buena noticia es que ya regresó y que el equipo y Simeone ya lo notaron. Un partido y la portería de nuevo sin goles. El regreso del unocerismo alrededor de una de las figuras claves en la historia rojiblanca de Simeone como entrenador.