Anguissa alcanza para derribar el muro de Lecce

En un partido que el Nápoles dominó ante un Lecce defensivamente muy atento, un gol de Anguissa de balón parado le entregó los tres puntos a los de Conte.

Sabrina Uccello
As
En Via del Mare arrancó la novena jornada de la Serie A con su cita entre semana. El primero al salir en el campo es el primero en la tabla también: el Nápoles, que volvió a sus orígenes con un 4-3-3 debido a la lesión de Kevin De Bruyne. Noa Lang tuvo la ansiada oportunidad de ser titular en un ataque de tres junto a Politano y Lucca, este último que ya no podría cometer errores porque pronto se dará el regreso de Lukaku y disminuirán las oportunidades para jugar. El Lecce, el equipo local, respondió con el mismo esquema.

Fue una primera parte difícil tácticamente, ya que el Lecce se cerraba herméticamente en defensa y los pases interminables del Nápoles no alcanzaban a encontrar huecos adecuados para posicionar el balón. Sin embargo, el equipo de Conte confió en la velocidad de algunos de sus jugadores, como Elmas y Gilmour. El escocés se confirmó al altura de dictar tiempos y acciones, creando una jugada desde fuera del área, pero luego el balón le rebotó en los pies y disparó a portería, aunque el intento fue desviado a córner.

A pesar del físico y la potencia de algunos de sus jugadores, como Di Lorenzo, el Nápoles careció de la precisión de Lucca. El capitán lo remató de cabeza, pero el delantero no supo aprovecharlo. Aunque la calidad ofensiva del equipo de Conte empezaba a despuntar, el Lecce se mostró quisquilloso y el ritmo bajó. Esto pudo haberle costado caro a los azzurri en el 25’: Olivera perdió el balón en el centro del campo tras un choque, y Pierotti aprovechó la situación para lanzar un contraataque, que provocó un peligroso stop y disparo de Berisha.

El partido se animó poco después de la media hora con el Nápoles que siguió dominando, jugando bien por las bandas, especialmente por la izquierda. Por ejemplo, Lang intentó cambiar el juego a Politano, quien no acertó a portería, y en los últimos 10 minutos, Gilmour creó dos ocasiones para su equipo: primero favoreciendo un disparo de Olivera que Falcone despejó, y luego para Lucca, quien, a pesar de su estatura, careció del talento necesario.

El fútbol está hecho de ocasiones, algunas desaprovechadas por mala suerte o precisión. El primer caso es el de Lang, quien al comienzo de la segunda parte se vio obligado a retirarse tras un golpe en el muslo izquierdo. El segundo caso es el de Camarda. El delantero del Lecce lanzó el penalti que le concedieron a su equipo tras el toque de brazo de Juan Jesús dentro del área. Sin embargo, Milinkovic-Savic recuperó su racha de atajadas desde los once metros y encontró el balón en la esquina izquierda. Al fin y al cabo, el disparo del jugador del Lecce tampoco era imparable.

Desde el 62’ regresó al campo Hojlund con el Nápoles, tras haber estado de baja los tres últimos partidos por unas molestias musculares. Sin embargo, los jugadores eficaces ya estaban en el campo, como lo demostró el gol en el 70’, cuando la calidad del Nápoles emergió, tal como había pronosticado el entrenador rival, Di Francesco. David Neres, que ha estado recuperando su forma en los últimos partidos, lanzó un magnífico tiro libre desde la derecha, y el balón aterrizó en el área justo para el cabezazo de Anguissa, quien realizó su cuarto gol en nueve partidos de la Serie A.

El Nápoles se mantuvo más que satisfecho con el gol de su fiable centrocampista camerunés y arrastró así el partido hacia el pitido final. Ahora puede relajarse y disfrutar del resto de la jornada: nadie puede amenazar su primer puesto.

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