Xi Jinping y Kim Jong-un se reunieron en Beijing durante la primera visita oficial del líder norcoreano desde 2019
El dictador norcoreano participó en la conmemoración del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, compartiendo protagonismo con los presidentes de China y Rusia
La Cancillería china había anticipado que Xi Jinping y Kim Jong-un discutirían “cuestiones de interés mutuo” y reiteró la disposición de Beijing a “reforzar la comunicación estratégica, intensificar los intercambios y promover el desarrollo” de las relaciones de amistad y cooperación entre ambos países. La prensa oficial china señaló que la reunión se celebró en el Gran Salón del Pueblo de la capital, sin divulgar por el momento más detalles sobre su contenido.
Kim Jong-un llegó a Beijing el martes, tras realizar un trayecto de casi un día en su tren especial. La visita marca su segunda salida al extranjero en seis años y la primera a China desde 2019. Lo acompañó su hija, lo que ha incrementado las especulaciones sobre una eventual sucesión en el liderazgo norcoreano.
El desfile militar evidenció la relevancia simbólica de la cita, al mostrar a Kim sentado a la izquierda de Xi Jinping y a Vladímir Putin a la derecha, estableciendo una imagen de proximidad y coordinación entre los tres líderes. Según las imágenes difundidas por las cámaras estatales, Kim Jong-un compartió plano de igualdad con los dirigentes de China y Rusia, algo inédito en seis décadas. Además de Putin y Kim, estuvieron presentes líderes de Irán, Pakistán, Cuba, Bielorrusia, Birmania, Camboya, Vietnam e Indonesia.
La capital china reforzó las medidas de seguridad en vísperas del evento, con restricciones al tráfico, prohibición de drones y vigilancia especial en puntos estratégicos.
Durante la exhibición militar, China mostró 45 formaciones militares y presentó equipamiento avanzado, como drones con inteligencia artificial, cazas furtivos y misiles balísticos intercontinentales. En su discurso, Xi Jinping subrayó que “el gran rejuvenecimiento de la nación china es imparable” y afirmó que “solo cuando los países se tratan como iguales se puede salvaguardar la seguridad común y evitar que se repitan las tragedias de la historia”.
La asistencia de Kim Jong-un al desfile representa la primera vez que toma parte en un encuentro con un grupo amplio de mandatarios internacionales desde que asumió el liderazgo norcoreano en 2011. Algunos expertos citados por medios surcoreanos consideran que el viaje buscaría restablecer los vínculos con China tras las tensiones surgidas por la cooperación militar de Pyongyang con Moscú en el conflicto de Ucrania. Kim Jong-un se reunió también en Beijing con Vladímir Putin, quien agradeció el envío de tropas norcoreanas a la guerra en Ucrania.
Si bien los portavoces diplomáticos chinos insistieron en que el fortalecimiento de la comunicación estratégica con Corea del Norte sigue siendo prioritario, diversos analistas señalaron que la aparición conjunta de Xi Jinping, Kim Jong-un y Vladímir Putin no implica una formalización de una alianza tripartita, aunque sí refleja un esfuerzo por coordinarse frente a la presión política y estratégica de Estados Unidos.
China, que se mantiene como el principal socio comercial y proveedor de ayuda de Corea del Norte, quiere que su vecino reanude tanto las negociaciones multilaterales como el abandono de su programa nuclear, al tiempo que observa con preocupación el acercamiento militar entre Pyongyang y Moscú.