Valverde, el lunar de Xabi
Aunque comparado “con Gerrard”, al charrúa le está costando ubicarse en este inicio blanco. Ya no es tan necesario en defensa... y con poco hueco para volar.
En sus primeros días con el uruguayo a su mando, Xabi dio un colorido ejemplo de cómo veía y ve a Fede. Su golazo al Pachuca en el Mundial de Clubes le dio la oportunidad de hacerlo. “He visto pocos jugadores así. Me recuerda un poco a Gerrard, abarca mucho campo, tiene un tiro descomunal, juega donde sea, llega tanto a todo... A todos los entrenadores nos gustaría tener un Fede en su equipo", dijo el tolosarra.
Ese campo para abarcar es, por ahora del que no ha dispuesto Valverde. El Madrid comprime a sus rivales cerca del área. Y como todos repliegan solidariamente, Mbappé, Vinicius y Mastantuono incluidos, ese “llegar a todo” ya no es tan necesario. Sus galopadas a puro fuego de pulmón para evitar goles del rival ya no son tan necesarias. Tampoco la cobertura en el costado derecho del mediocampo, porque los extremos de esa banda (Brahim la primera jornada, Mastantuono el resto) han cumplido con su parte alícuota en defensa.

A la hora del Valverde en ataque, puede ser ilustrativa otra frase de su técnico, antes de aquel compromiso de octavos contra la Juve. “Parte líneas, su mejor cualidad no es recibir de espaldas y girarse, es más ver de cara la pelota...”. Otra habilidad que el Halcón no está pudiendo explotar, porque con los rivales (Osasuna, Oviedo y Mallorca) tan aculados cerca de su portero como hasta ahora, lo que toca es recibir en espacios cortos y girarse. Tanto tráfico humano en tan pocos metros tampoco le invita a disparar más. Promedia casi lo mismo que la temporada pasada: 1,3 remates por encuentro. Pero por ahora, en este curso recientemente estrenado, aún está por estrenar en materia goleadora. Coyuntural o no, la campaña pasada hizo su primer tanto en la jornada 2 durante el 3-0 al Valladolid.

La enorme influencia de Valverde, en el vestuario y entre el madridismo, irá previsiblemente recuperando fuerza también en el campo una vez en contextos más exigentes. Contra rivales que cambien el guion visto hasta ahora, que por momentos atosiguen al Madrid y haya espacio para transitar con muchos metros en ataque. Ya sea el derbi del Metropolitano (27-S), el Clásico del 26-O o la más que relevante visita a Anfield más lejos, el 4 de noviembre. Territorio Valverde.