Ruptura de pareja: consejos de expertos para transitar el duelo y recuperar el equilibrio emocional
Referentes en psicología explicaron a Infobae cómo distinguir un duelo saludable de la dependencia emocional y brindaron pautas para transformar la pérdida en una oportunidad de crecimiento personal
Existen momentos de la vida en los que el silencio pesa. El consultorio de Juan Eduardo Tesone, psiquiatra de la Universidad de París XII, psicoanalista, miembro titular Asociación Psicoanalítica Argentina, es uno de esos lugares donde las preguntas difíciles encuentran espacio. Él no mira únicamente el dolor, sino su significado. Como psiquiatra y psicoanalista, comparte con Infobae: “La consecuencia inmediata de una separación de pareja es poder hacer el duelo de la pérdida. Cuanto más se haya idealizado al otro, o cuanto más ambivalente haya sido el vínculo, más difícil será hacer el duelo”.
La psicóloga Any Krieger, supervisora clínica en el Hospital Rivadavia, suele escuchar que los vínculos se deshilachan mucho antes del “adiós” formal. Ella observa de cerca esos hilos que se sueltan: “Las rupturas amorosas comienzan por lo general dentro de la relación. El anudamiento entre ambos se va resquebrajando vía discusiones y destrozos que siembran encono y dolor y destruyen lo amoroso. El famoso desgaste se presenta y ya la ruptura acecha”. Desde su óptica, el dolor forma parte de cada separación, incluso si aparece el deseo de liberarse y de nuevos comienzos.

Krieger insiste ante Infobae: “Nunca un duelo, aun si es liberador, es fácil de transitar. Siempre duele. Puede haber etapas de euforia y manía para luego encontrarse con la tristeza que la pérdida ocasionó”. Recomienda no evadir las emociones: atravesarlas ayuda a evitar que queden “congeladas” y generen consecuencias a largo plazo.
Solari destaca la importancia de apoyarse en vínculos de confianza y de reconectarse con actividades placenteras. Recomienda buscar acompañamiento terapéutico si la angustia persiste, siempre con la idea de “reencontrarse con la propia fuerza vital y con el deseo de proyectar hacia adelante”.

Recuperar la autoestima y dejar atrás la idealización
No todas las rupturas dañan la autoestima. Para Tesone, en las separaciones consensuadas puede resultar incluso liberador. Pero cuando la violencia verbal o física estuvo presente, el foco pasa a reconstruirse lejos de quienes solían descalificar: “La vivencia es de sobrevivencia, de reencontrarse consigo mismo, sin la presión demoledora de un otro que puede descalificar”.
Solari lo plantea desde una pregunta: ¿cómo dejar de idealizar al ex y volver a valorarse? “En muchos casos, lo que se idealiza del ex no es solo la persona en sí misma, sino también aquellas proyecciones que uno había depositado en la relación: sueños, ilusiones, expectativas”. En un trabajo de introspección, sugiere reconocer que esas cualidades también forman parte de uno y que pueden reinvertirse en proyectos propios. Recomienda redescubrir intereses postergados y encontrar nuevas formas de expresión personal.
Krieger, en la misma línea, insiste en el valor de la escucha profesional y del encuentro consigo mismo: “Lo más acertado es encontrar un espacio para escucharse con la guía de un profesional. También hay posibilidad de encontrarse uno mismo y tener al fin el coraje de realizar algunos deseos reprimidos por haber dado mayor jerarquía a la pareja”.

Duelo saludable o dependencia emocional
Tesone otorga una advertencia: “Un duelo puede presentarse como patológico, cuando la relación que estableció la pareja o alguno de sus integrantes ha sido adictiva, es decir, de una excesiva dependencia del otro, como se depende de una sustancia”. La relación deja de ser vínculo amoroso para volverse la “tiránica dependencia del objeto-goce”.
Queda una frontera clara. El duelo evoluciona y produce movimiento, desde la tristeza hacia la aceptación, pasando incluso por el enojo. Si este avance no ocurre, y la persona permanece atada a la esperanza de recomponer la relación o no puede reconocer los aspectos negativos del pasado, Liliana Solari lo ubica en el territorio de la dependencia emocional: “Cuando alguien queda fijado en la tristeza, cuando no logra soltar la esperanza de que la relación regrese, hablamos más bien de una dependencia emocional”.
Cuando la recuperación se estanca, señalan los expertos consultados por Infobae, el acompañamiento de un terapeuta puede ayudar a retomar la autonomía y resignificar la historia personal. El proceso será distinto para cada quien, pero la experiencia y la palabra de quienes escuchan desde el otro lado hacen la diferencia.