PSG 4-0 Atalanta / El PSG es un show
Los parisinos barren a la Atalanta tras un primer tiempo memorable y arrancan su defensa al título de la Champions de forma inmejorable.
Andrés Onrubia, AsParís volvió a vibrar, a disfrutar, a emocionarse con esta obra de arte llamada Paris Saint-Germain. Un equipo que es imparable hasta cuando no están dos de sus mejores jugadores, Dembélé y Doué, y que no tiene piedad de ningún rival que ose intentar encontrarle debilidades. Los parisinos comenzaron su defensa al título europeo con un triunfo imponente, incontestable, perentorio, 4-0, contra una Atalanta que no paró de perseguir sombras durante los 90 minutos y que en la primera parte se pudo llevar un correctivo muy serio, evidencia de que incluso con resultado a favor, el campeón de Europa no se conforma.
Fue un infierno para la Atalanta el partido. En el minuto diez, sus jugadores imploraban el descanso. Luis Enrique, otra vez en la tribuna de prensa en el primer tiempo, destrozó los marcajes individuales de Juric. Que el partido no fuera 3-0 tras 15 minutos transcurridos fue un milagro. Solo se explica en este deporte llamado fútbol.
Gran Fabián
El PSG avasalló a los bergamascos. Fabián, en el minuto 3, se inventó un pase de genio para que Marquinhos, que había robado el balón en el área rival siendo central, se transformara en delantero y firmara el 1-0. Las ocasiones se sucedían. Y Kvaratskhelia, disfrazado de Maradona, con una arrancada imparable, puso la pelota en la escuadra para materializar el segundo. Incluso antes del descanso se permitió el lujo Barcola de perdonar un penalti, detenido por Carnesecchi.
Se sumó a la fiesta un ciclón, Nuno Mendes, el mejor lateral izquierdo del mundo. El portugués es una bestia física al que no le pueden frenar ni agarrándolo cuando arranca. Con un disparo al palo corto, tras un recorte más propio de un mediapunta, le puso la puntilla a una Atalanta que ni hizo un amago de reacción después del descanso. El 3-0 no fue suficiente, porque Gonçalo Ramos todavía tuvo tiempo de marcar el cuarto en el descuento. Una paliza en toda regla que hizo justicia a lo acontecido en el campo. El PSG infunde miedo en Europa.


