Italia 5 - Estonia 0 / Italia encontró los goles perdidos y goleó a Estonia

Rino Gattuso festejó con un rotundo 5-0 el debut como entrenador de la Selección italiana, que ganó contra Estonia con el doble delantero centro. Protagonista también Giacomo Raspadori.

Sabrina Uccello
As
Rino Gattuso debutó como entrenador de Italia en Bérgamo para el partido contra Estonia, un encuentro crucial en la lucha por la clasificación de los Azzurri al Mundial de 2026. Tras meses de análisis del rival con su cuerpo técnico y días de trabajo incansable con la plantilla, el técnico optó por una formación ofensiva, desplegándola en un 4-4-2 para tener a los dos delanteros centro Kean y Retegui a su disposición, a la vez aprovechando el trabajo en las bandas con Politano, Zaccagni y Dimarco, quien avanza desde la línea defensiva compuesta por Di Lorenzo, Bastoni y Calafiori. Donnarumma, por supuesto, en la portería.

La primera mitad del partido fue un monólogo de intentos por parte de Italia, que, sin embargo, se mostró tensa, lo que probablemente contribuyó a la dificultad de romper el 0-0. Como Gattuso había predicho, Estonia se mostró muy sólida y supo esperar en su propio campo, prácticamente sin representar ninguna amenaza. Italia, por su parte, lo intentó desde el principio, explotando las bandas con Dimarco, quien creó ocasiones junto a Politano. Este sin duda fue el más proactivo. Por la derecha, intentó a menudo solaparse con Di Lorenzo, y ambos repitieron los movimientos que suelen usar con el Nápoles.

Lo que faltó fue precisión. Por ejemplo, a la media hora, Retegui intentó rematar de cabeza a Kean, pero el delantero falló la oportunidad, al igual que Politano poco después con otro cabezazo. Las jugadas de ataque de Italia continuaron hasta el final de la primera parte: en el 44′, un centro de Calafiori es perfecto para Retegui, quien no consiguió conectar con su cabezazo. La estrategia de Gattuso demostró funcionar en cuanto a juego e intercambios, incluyendo el experimento con dos delanteros centro, pero fue evidente que Italia debía recuperar la compostura mental para ser efectiva de cara al gol.

La segunda mitad también pareció un campo de tiro para la Selección italiana. Tras recuperar la calma y evidentemente ganar más confianza, Italia volvió al juego peligroso y aprovechó una oportunidad de oro en el 58′, derivada de una jugada pensada: Zaccagni encontró a Retegui por las bandas, quien le pasó el balón de tacón a Kean dentro del área. Este lo remató a la portería rival y celebró el 1-0. En la segunda mitad, el juego italiano fue excelente en ambas bandas, como lo demostraron las dos ocasiones —una de ellas un sensacional cabezazo— que Zaccagni capturó antes de cederle a Raspadori su lugar en el campo.

La elección de dos delanteros por parte de Gattuso dio sus frutos definitivos en el 69′, cuando Retegui también marcó. En su antiguo estadio, el delantero se combinó con Raspadori y envió el balón a la esquina. El actual jugador del Atlético de Madrid - otra decisión acertada del entrenador - demostró ser un apoyo fiable para el juego ofensivo y también capaz de contribuir a él, ya que en el 70′, después del asistencia, hizo que Italia llegara al 3-0 con un cabezazo suyo.

En una noche tan perfecta, también hubo tiempo para un sueño hecho realidad: el de Pio Esposito, delantero de veinte años, que este verano pasó del Spezia al Inter, quien debutó con la Selección mayor, sustituyendo hacia al final a Kean. Italia cerró el partido jugandolo hasta el último, primero cuando en el 90′ Cambiaso habilitó a Retegui para un cabezazo dentro del área con su doblete que llenó de nostalgia a los bergamascos, ya tristes por su marcha a Arabia Saudí, y segundo cuando Raspadori realizó otro pase clave de la noche para el cabezazo de Bastoni, que fue gol.

Italia necesitaba goles y los encontró como demostró el 5-0, necesitaba saber de tener opciones y ser eficaz y las manifestó ambas. Ahora solo deberá ser capaz de lo más complicado: darle seguimiento a su ritmo y no mirar más hacia atrás.

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