Una experta en comunicación analiza el saludo de Putin y Trump: “Al menos frente a las cámaras...”
La Cumbre en Alaska, que ha finalizado sin ningún tipo de acuerdo, deja varias imágenes claves para los expertos en lenguaje no verbal.
Trump recibió a Putin con una sonrisa amplia y postura erguida, lo que denota confianza y dominio, más recto de lo habitual, con los hombros hacia atrás, lo que sugiere que se sentía en control. Putin respondió con una sonrisa y un gesto hacia el cielo, justo cuando aviones militares estadounidenses sobrevolaban la zona. Este gesto fue interpretado como una aceptación simbólica del entorno hostil, pero también como una forma de mostrar que no se sentía intimidado.
Trump aplaudió a Putin al recibirlo en la alfombra roja, un gesto inusual en el mundo de la diplomacia. Esto puede ser visto como una forma de marcar superioridad simbólica, como si presentara a un invitado en su propio escenario, una característica de Trump, que tiene experiencia en shows televisivos y saber jugar perfectamente con las cámaras.
Tras el saludo cordial, Trump adoptó una expresión más sombría y comenzó a golpear sus dedos sobre la mesa, lo que indica tensión o estrategia de presión. Putin, conocido por reclinarse en reuniones como señal de desinterés, esta vez se inclinó hacia adelante con las manos entrelazadas, mostrando atención activa y disposición a negociar.
Cuando los periodistas gritaron desde lejos algunas preguntas, Putin se llevó la mano a la oreja sin responder, lo que fue interpretado como un gesto de reconocimiento aunque sin ningún tipo de compromiso, evitando mostrar debilidad.
Por qué es importante la comunicación no verbal
Primero, porque refleja el equilibrio de poder: En contextos diplomáticos, los gestos pueden ser más reveladores que los discursos. La postura, el contacto visual y la forma de saludar pueden indicar quién se siente dominante o quién busca agradar.
Segundo, porque influye en la percepción pública: Estos gestos son analizados por medios y ciudadanos, moldeando la imagen de liderazgo, firmeza o debilidad. Quien sonría más, quien se muestre más cómodo. Por todos los expertos en comunicación es recordado el debate Nixon - Kennedy que llevó al segundo a la presidencia de Estados Unidos (supo dominar el nuevo medio como nadie).
Tercero, este tipo de comunicación condiciona el tono de las negociaciones: Un gesto de apertura o tensión puede marcar el rumbo de una conversación política delicada, como en este caso debatir sobre la paz en Ucrania (aunque sea sin Ucrania).
El lunes habrá otro encuentro donde la comunicación no verbal volverá a ser clave: Zelenski viajará a Washington para reunirse con Trump. La última visita al Despacho Oval acabó en un espectáculo bochornoso de la Administración Trump, con el vicepresidente Vance gritando y los delegados diplomáticos llevándose las manos a la cabeza.