Simeone, hueco abierto sin Baena
El Cholo estaba adaptando al andaluz a la función de segundo punta. Sorloth y retrasar a Julián Alvarez gana puntos. Griezmann, Raspadori, Almada...
El centrocampista de 24 años es el gran fichaje del verano. Llamado a ser el asistente de Julián Alvarez y del resto de la plantilla, lanzador del balón parado y que se encontraba en proceso de adaptación a la posición de segundo delantero que parece tener destinada Simeone para él. Así llegó su primera asistencia en el último amistoso de pretemporada contra el Newcastle y también pudo llegar ante el Espanyol al dar el último pase a Julián Alvarez en la ocasión que estrelló con el palo y que podía suponer el 0-2. Un jugadón y una acción clave previa a la remontada del equipo perico.
Ahora el Cholo tiene que seguir macerando ese puesto. Y la solución puede pasar por atrasar a Julián Alvarez. La Araña se adapta a la perfección a la posición de referencia ofensiva o como acompañante de Sorloth. La primera prueba de Simeone ya sin Baena pasó por esa dupla con el noruego como referente y el argentino por detrás. Unas cualidades muy diferentes a las de su nuevo fichaje, con más pegada y menos visión. Pero maneja un sinfín de variantes más. Griezmann, en su puesto natural saliendo del rol de revulsivo al que parece abocado este curso. Raspadori, que en su debut entró tirado a banda izquierda, pero como segundo delantero es donde puede estar más cómodo. E incluso adelantar a Almada o Gallagher.
El Atlético cuenta con una enorme cantidad de jugadores para ese puesto donde Baena debe ser el rey. El almeriense, acostumbrado a caer a banda izquierda con el Villarreal, ha visto como Simeone le ubica por detrás de Julián para intentar explotar su último pase. Se ve obligado a parar, aunque la lesión muscular es de grado bajo. La afición del Atlético deberá esperar para ver a Baena en acción en su nuevo feudo. Aunque sí podrá recibirle en la Noche de bienvenida que se celebra este jueves (21:30) en el Metropolitano. Hay ganas de ver a Baena mostrar todos sus recursos rojiblancos. De momento otro tendrá que hacerlo en su lugar. Y Sorloth aprieta por ganar la primera batalla.