Nantes 0-PSG 1 / Salvador Vitinha
El portugués, con un disparo con mucha fortuna, salvó al PSG contra el Nantes. Los parisinos comienzan bien la temporada sin apenas preparación.
Ni el propio Luis Enrique se esperó un planteamiento tan defensivo del Nantes. No queda otra contra un equipo que viene de ganar 5-0 una final de la Champions. Con muchas rotaciones, sin Dembélé, Kvaratskhelia, Doué, Marquinhos o Pacho en el once, el asturiano reservó a muchos habituales, consciente de la inexistente pretemporada que han tenido este año.
El Nantes plantó durante algunos tramos del partido una defensa en la que había siete jugadores pendientes de evitar que se generaran espacios. La velocidad del PSG con la pelota fue lenta, muy lenta, por lo que fue casi imposible encontrar una baldosa. Los parisinos lo intentaron de todas las maneras, apenas inquietando un trabajo defensivo extraordinario por parte del portugués Luis Castro.
El partido pudo cambiar antes del descanso. Gonçalo Ramos regateó a Anthony Lopes, portero rival, y, con una picardía extraordinaria, picó la pelota, escupida por el larguero. Fue la oportunidad más clara de un primer tiempo en el que el campeón de la Champions acumuló casi un 85% de posesión.
Luis Enrique agitó el árbol de inmediato. No esperó mucho el español para meter a los cuatro fantásticos, Dembélé, Achraf, Nuno Mendes y Doué, cuatro baluartes del equipo. Con ellos en el campo, el Nantes se encerró aún más y ni la entrada de Abline, su mejor jugador, suplente porque quiere salir traspasado, le dio un poco de aire.
El 0-1 no tardó en llegar. No sorprendió a nadie en vista de la superioridad del PSG, monopolizador absoluto de la posesión y de las ocasiones. Un disparo de Vitinha fue desviado por un defensa rival y el balón, que en primera instancia no iba a gol, acabó sorprendiendo a un Lopes batido. Otro portugués, Gonçalo Ramos, a pase de su compatriota, marcó el segundo, pero el VAR lo anuló por un milimétrico fuera de juego. El PSG defendió con balón, el Nantes hizo algún conato de salir a la contra, pero los tres puntos se fueron a París.