El 0 de 10 que retrata al Atlético
El equipo rojiblanco lanzó diez saques de esquina ante el Elche y no remató ni uno. Para mayor apuro, de uno de ellos nació el gol de Mir. El balón parado sale a deber en este inicio.
En el Atleti-Elche, a Simeone le faltaba el jugador que, entre otras cosas, ha llegado para ser el especialista en la pelota parada. Sin Baena, varios futbolistas pasaron por el rincón para lanzar córners. Thiago Almada, de los mejores de este inicio con el balón en juego, estuvo desacertadísimo desde la esquina, con algunos envíos que sobrevolaban el área. A Julián le pasó lo contrario, se quedó corto. Para mayor drama, de un córner a favor nació el contragolpe que terminó en el gol del Elche. En el segundo tiempo, Raspadori se unió a la terna de lanzadores, con centros al corazón del área que tampoco encontraron rematador.
El Atleti ha ganado en estatura en este mercado: Hancko, 1,88; Cardoso, 1,86; Ruggeri, 1,87; Pubill, aún inédito, 1,90… Más Sorloth, con 1,95 y Le Normand, 1,87, que llegaron el anterior verano. Pero desde la esquina no ha producido. Ante el Elche, por ejemplo, sorprendió ver en varios córners a Cardoso fuera del área y no buscando un testarazo que, como ya demostró en el Betis, es una de sus virtudes.
El Atleti desaprovechó hasta 10 intentos para hacer daño al Elche. El balón parado es un arma importante, bien lo saben los rojiblancos, penalizados en Cornellà por una falta colgada al área muy mal defendida que acabó en gol del Espanyol. Y ya en las últimas temporadas le costó hacer daño con jugadas de estrategia. Al equipo le funcionaron en ocasiones los saques de esquina indirectos (Osasuna, Barça en Copa…), pero muy lejos de otras versiones del Atleti, bien lo sabe el Cholo, que más de una vez ha evocado a aquel de 2014 con Godín, Raúl García y compañía y la relevancia máxima que tuvo el balón parado. Otro aspecto con margen de mejora en 2025.