Un nuevo libro revela el apasionado y turbulento romance entre John F. Kennedy y una azafata

La revista PEOPLE reveló detalles íntimos nunca antes publicados sobre el intenso affair con Joan Lundberg

Infobae

Un nuevo libro de J. Randy Taraborrelli revela un capítulo oculto de la vida de JohnF. Kennedy: su intenso romance con la azafata Joan Lundberg entre 1956 y 1958.

Según detalló PEOPLE, Lundberg fue una figura clave en la vida emocional de JFK, actuando como su confidente y amante, en una época en que su matrimonio con Jacqueline Kennedy pasaba por tensiones.

El affair terminó abruptamente tras un embarazo que derivó en un aborto, presionado por el propio senador. La historia nunca salió a la luz pública hasta ahora, según revela en exclusiva la revista PEOPLE.

La historia, documentada por primera vez en el libro JFK: Public, Private, Secret se basa en las memorias inéditas de Lundberg, quien murió en 1982 sin publicar su manuscrito "Lovers Don’t Snore“.

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PEOPLE detalla que el romance comenzó el 19 de agosto de 1956 en The Sip and Surf, un bar de Santa Monica, California, cuando el senador de Massachusetts, entonces de 39 años, se acercó a Joan Lundberg, de 23, que estaba frente a la máquina de discos.

¿Qué vas a poner?”, le preguntó Kennedy. Ella respondió que pensaba en Elvis Presley, pero quería saber qué prefería él. “Quiero escuchar algo para poder concentrarme en ti”, fue su respuesta.

Joan era madre soltera de dos hijos, trabajaba como azafata para Frontier Airlines y vivía con un hombre llamado Norm Bishop en un parque de casas móviles. Cuando Kennedy le preguntó dónde vivía, ella no dudó en decirle que en un “trailer court cercano”. “¿Qué diablos es un trailer court?”, preguntó él. Ella se rió y respondió: “No quieres saberlo”.

Crisis matrimonial tras la pérdida de Arabella

Las memorias inéditas de Joan
Las memorias inéditas de Joan Lundberg, base del libro, permanecieron ocultas hasta su muerte en 1982 (Foto: History)

El encuentro inicial ocurrió en un momento crítico para Kennedy. Según revela PEOPLE, cinco días después de conocer a Joan, el 24 de agosto, se enteró de que Jackie había dado a luz a su hija Arabella, que nació muerta. Cuando regresó a Hammersmith Farm, la propiedad familiar de Jackie en Newport, Rhode Island, encontró a su esposa devastada y resentida.

Jackie había perdido la confianza en su marido, sintió que algo faltaba en su naturaleza: la empatía. Según la revista norteamricana, cuando Jackie lloraba en la mesa del desayuno, preguntó “¿Cómo pude ser tan estúpida?”, su madre Janet le tomó la mano y le dijo: “No eres estúpida. Solo pusiste tu confianza en la persona equivocada”.

En septiembre, Kennedy regresó a Los Ángeles e invitó a Joan a una cena en casa de su hermana Pat y su esposo, el actor Peter Lawford. Joan se sintió insegura y fuera de lugar, aunque lucía elegante con un atuendo de Jax en Beverly Hills, una boutique favorita de Marilyn Monroe.

Confesiones íntimas y revelaciones sobre su matrimonio

Esa noche, Kennedy llevó a Joan al Sunset Motel en Pacific Coast Highway, donde se registraron como “Sr. y Sra. Robert Thompson”.

Según las memorias de Joan reseñadas por PEOPLE, el sexo fue “salvaje”, pero lo más significativo ocurrió la mañana siguiente durante el desayuno, cuando Kennedy se abrió emocionalmente de una manera que nunca había hecho con Jackie.

En el libro se asegura que Kennedy admitió que él y Jackie eran producto de "un matrimonio arreglado" y que, como tales matrimonios, era “bueno. No genial, pero aceptable”. Confesó que su familia se había vuelto contra él por no estar presente para Jackie después del nacimiento sin vida de Arabella, y reconoció: “Los Kennedy no somos los mejores expresando emociones”.

Cuando Joan le preguntó si había llegado a amar a su esposa, Kennedy dudó. “No sé si amo algo”, fue su respuesta. Ante la insistencia de Joan, añadió: “Amo la política. No sé cómo amar nada más”.

Jackie Kennedy sospechó del affair
Jackie Kennedy sospechó del affair y confrontó a JFK, pero nunca supo del aborto, según el libro (AP)

El affair no pasó inadvertido. Tan pronto como Kennedy regresó a Newport, Jackie lo confrontó: “¿Quién es Joan del Parque de Casas Móviles? ¡La divorciada! ¡Tu hermana me contó todo sobre ella!”. Kennedy le explicó que Joan era alguien que había conocido en Los Ángeles, y según las memorias de Joan, le contó prácticamente todo.

El desarrollo del romance secreto

Para 1957, Kennedy ya era considerado un posible candidato presidencial. En privado, continuó su affair con Joan, la hacía volar para encontrarse con él en diferentes aerolíneas y cubría sus gastos. La hermana de Joan, Linda Lydon, recordó que Joan le decía: “Nunca me preocupo por los problemas cuando estoy con Jack porque todo el tiempo me confunden con su hermana Pat”.

Joan recordó que ella y Jack se llevaban bien, “aparte de las peleas normales de amantes entre dos personas de gran espíritu”. A menudo discutían sobre su carrera política, con él comenzando frases con “Cuando sea presidente...”.

Una noche de mayo de 1957, mientras compartían un cigarrillo en la cama, Kennedy le preguntó súbitamente: “Dime la verdad, Joan. ¿Crees que Jackie se está acostando con otros tipos?”. Explicó que Jackie era “tan genial” que no podía imaginarla sin tener a alguien más en su vida.

El embarazo no deseado

El 25 de junio de 1958, según su calendario, Joan llamó a Jack con noticias que cambiarían todo: estaba embarazada.

Joan recordó que la noticia sobre el bebé fue “como un cuchillo en el corazón de Jack”. Aunque fue un shock, Joan escribió que no deberían haberse sorprendido tanto: “No me gustaba usar diafragma, y Jack no usaba preservativo”. Kennedy no pudo evitar preguntarse si Joan había planeado intencionalmente el embarazo, dado que había visto su devoción hacia Jackie después del nacimiento de Caroline.

Cuando le preguntó cómo se sentía sobre el embarazo, Joan dijo que amaba a los dos hijos que estaba criando sola y sabía que también amaría cualquier hijo que ella y Jack trajeran al mundo. “No tengo palabras”, le dijo él. “Encuéntralas”, le respondió ella.

La relación terminó abruptamente tras
La relación terminó abruptamente tras un embarazo de Joan (Europa Press)

Más tarde ese verano tuvieron una tensa llamada telefónica. Con un tono nervioso y diferente al habitual, detalla el libro, Kennedy le dijo que había decidido que no podía tener el bebé. Joan trató de discutir, pero no sabía cómo. Jack le dijo que le enviaría dinero por correo.

“Sabrás qué hacer, Joan. Por favor”, le dijo con tono desesperado. “Ser político es quien soy. La política es todo lo que sé. Si me quitas eso...”, su voz se desvaneció. Antes de que ella pudiera responder, colgó.

Una semana después, Joan recibió un sobre sin remitente que estaba vacío. Le dijo a Kennedy que el dinero había sido robado. Él se descontroló completamente. Joan escribió después: “¡Dios mío! Nunca habías escuchado a nadie usar tantas palabrotas en toda la historia de Washington“.

Kennedy fue muy claro: no quería que Joan tuviera el bebé. Envió más dinero ese mismo día, y ella “se encargó de las cosas” un día después. Estaba enojada y decepcionada, pero también realista.

El día de su asesinato,
El día de su asesinato, John F. Kennedy saluda desde su coche en una caravana en Dallas, acompañado por la primera dama Jacqueline Kennedy, Nellie Connally y su marido, el gobernador de Texas John Connally (Reuters)

“Por lo que me contó después, mamá se dio cuenta de que la fiesta había terminado“, dijo Zachary Hitchcock, hijo de Joan, en 2024. “No podía estar al margen. La presidencia, Jackie, el aborto, no había manera de que madre pudiera ser marginada de esa forma. Tenía demasiado orgullo”.

La relación terminó no en persona, sino por teléfono. Cuando Jack llamó a Joan para ver cómo estaba, ella le dijo: “Voy a necesitar poner algo de distancia entre nosotros”. Él entendió. “Te debo mucho”, le dijo. “Una cosa quiero decirte, Kennedy”, le respondió ella. “Amas a Caroline, y lo sé, pero yo también soy la hija de alguien. Recuerda eso la próxima vez que trates a una mujer como me has tratado a mí”.

El impacto duradero y la reconciliación truncada

El 8 de noviembre de 1960, Kennedy se convirtió en el 35º presidente. Su relación con Joan nunca salió a la luz, pero, detalla el libro, que Jackie instaló una espía, una mujer que recomendó para un trabajo en la oficina de la secretaria personal de JFK, Evelyn Lincoln, para mantenerse informada de llamadas sospechosas.

Según todas las evidencias disponibles, Jackie nunca se enteró del aborto. Años después, le confesó a un familiar: “Estaba haciendo lo mejor que podía con las cartas que me habían tocado. Amaba a Jack. Sé que él me amaba. Tenía que ignorar el resto. Mi matrimonio era como un agujero negro profundo y sabía que si miraba hacia abajo, me caería”.

Foto de aquel trágico 22
Foto de aquel trágico 22 de noviembre de 1963, día en el que John F. Kennedy fue asesinado (AP Photo/Jim Altgens, File)

Kennedy tuvo una conversación reveladora con su amigo, el senador de Florida George Smathers, a principios de 1962. “¿Te preocupa que Jackie descubra sobre las otras mujeres?”, le preguntó George. Jack se frustró instantáneamente. “No hay otras mujeres. Nunca le he dicho a ninguna otra mujer que la amo. Solo está Jackie. Además”, dijo, “todos podríamos volar en pedazos en una guerra atómica mañana. Eso es lo que me preocupa. No estas tonterías".

Después de que su hijo Patrick muriera el 9 de agosto de 1963, dos días después de nacer prematuramente, Jackie decidió viajar con su marido a Dallas ese noviembre. En la celebración de su décimo aniversario de bodas, Jackie y Jack se intercambiaron regalos.

Ella le dio una nueva medalla de San Cristóbal porque él había puesto la suya en el ataúd de Patrick. A su vez, él le dio un anillo de oro y esmeralda, que representaba el espíritu luchador irlandés que había visto en la lucha de su hijo por sobrevivir.

Habían planeado una ceremonia privada para renovar sus votos en septiembre de 1964 en Hammersmith, marcando su 11º aniversario de bodas. Jackie planeaba usar un vestido azul pálido o amarillo. Pero nunca llegó a suceder.

Joan, quien se había casado con Freemont Hitchcock en 1963, quedó devastada por el asesinato. Escribió: “Cuando la verdad me golpeó, cerré las cortinas y persianas de mi dormitorio, y lloré, grité y maldije sola durante horas”.

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