Sinner acelera el ocaso de Djokovic y se cita con Alcaraz
El italiano pasa por encima del serbio, muy apagado, y el domingo se enfrentará al español en otra final de Grand Slam.
De momento, Djokovic, que jugó mermado por aquella caída sufrida en cuartos ante Cobolli (necesitó la asistencia de un fisioterapeuta por el muslo izquierdo), se queda sin igualar los ocho títulos de Roger Federer en Wimbledon, y tiene ante sí un panorama incierto. Porque, aunque su rendimiento le sirve para continuar siendo competitivo y obtener muy buenos resultados en los eventos importantes, a él solo le vale el triunfo absoluto. Así que tendrá que pensar si lo sigue intentando o si se rinde. Haga lo que haga, su grandeza es incuestionable. Con los números en la mano, es el mejor de la historia. Y eso no va a cambiar, al menos a corto plazo, decida lo que decida.
Paso al presente
En la otra cara de la moneda está ahora Sinner, que tuvo un pie fuera del torneo cuando perdía por dos sets en octavos, antes de que Dimitrov tuviera que retirarse por lesión. El número uno del mundo llega por primera vez a la final en el All England Club, emulando a sus paisanos Matteo Berrettini y Jasmine Paolini. “Suena increíble. No me lo puedo creer. Es un torneo que siempre veía por televisión cuando era pequeño y no me podía imaginar estar en una final. Hemos puesto mucho trabajo mi equipo y mi familia para estar aquí. Gracias a todos”, valoró. Ya es el mejor de su país en cuanto a presencias entre todos los Grand Slams, con cinco (las cuatro últimas consecutivas), por delante de las cuatro de Nicola Pietrangeli. Solo le faltaba esta, después de haber jugado las de Australia (2), Roland Garros y el US Open. Es el 11º tenista que se mete al menos una vez en las cuatro en la Era Open. Desde 1995 solo lo han conseguido, además de él, Federer, Nadal, Djokovic y Murray.
Del encuentro, poco que contar. Porque Jannik no tuvo demasiada oposición por parte de un Djokovic, cuyo lenguaje corporal, denotaba incomodidad y resignación. El primer set se le escapó pronto al balcánico. El segundo, aún antes, mientras su oponente jugaba como una máquina, casi sin errores, con más del 80% de puntos ganados con primeros servicios. En los dos primeros sets, Novak, inferior en todas las estadísticas, no tuvo ni una sola opción de quiebre. “Por mi parte, he sacado muy bien y me he sentido muy bien. Me he movido mucho mejor. Él llegaba tocado de cuartos, he intentado estar calmado y hacer mi juego. Veremos qué llega ahora”, resumió el transalpino.
La primera la encontró en el tercero, con una actitud mejorada, pero el choque prácticamente perdido. Se adelantó (3-0) y Sinner respondió. No quería darle la oportunidad de resucitar al de Belgrado y se puso a restar como un felino. Y después hizo le hizo correr para acabar con su mermada resistencia física. Con un parcial de 6-1 cerró el triunfo cómodamente y, quién sabe, si la carrera de Nole en Wimbledon.