Limpia en el United
Amorim tiene a cuatro jugadores apartados, a la espera de encontrarles un nuevo destino. Rashford, al Barcelona, es la primera salida.
“Estamos algo limitados”, explicó Amorim en su última rueda de prensa antes de marcharse de vacaciones. “No podemos hacer todos los cambios que queríamos este verano, pero sí tenemos una idea clara de lo que queremos”. Esa idea, la de la limpieza del vestuario, se complica. El técnico portugués apartó al quinteto de transferibles cuando su plantilla regresó a las instalaciones del club en Carrington para preparar la temporada 2025-26. Tienen vetada su entrada en los campos de entrenamiento. Solo pueden acceder a ellas para trabajar en su rehabilitación y por motivos médicos, pero si quieren ejercitarse deberán esperar a que el resto del primer equipo haya terminado su trabajo.
El mensaje está claro. No tienen cabida. Esta franqueza juega en contra del propio Amorim. Los posibles compradores parten con ventaja en las negociaciones, a sabiendas de las necesidades económicas de los mancunianos, que tienen que vender para seguir fichando. Cuando más se demoren las ofertas, mayor será la urgencia del United para deshacerse de los jugadores no deseados. Tocará aceptar ofertas a la baja, y negociar con prisas, tanto estas salidas como las posibles llegadas.
Hay más complicaciones. Se ha liberado el sueldo alto de Rashford. Todavía queda el de Sancho. Sus potenciales pretendientes deberán convencerle de rebajar su salario o, como alternativa, buscar algún tipo de compensación del propio United. Sancho tiene a la Juventus pendiente de su situación, aunque Conceição, que ya jugó con los turineses la temporada pasada en calidad de cedido, es prioridad y su fichaje está ya cerrado.
Antony, Garnacho y Malacia no cobran tanto, pero sí lo suficiente para generar un problema similar, aunque a menor escala, con cualquier posible comprador. El Betis quiere que el brasileño vuelva a vestir de verdiblanco después de su buen hacer en la segunda parte del segundo curso. El argentino, según se comenta en la prensa inglesa, interesa al Chelsea, Nápoles y Atlético de Madrid. Malacia, por su parte, es del agrado del Celtic. Pese a ello, todavía no hay oferta alguna sobre la mesa. Y el tiempo juega en contra del Manchester United. Cuya limpieza de vestuario se complica a medida que transcurre el verano.