El United es un polvorín

A la ilusión del fichaje de Matheus Cunha le sucede una calma temeraria. La revolución de INEOS se estanca. Garnacho, Antony, Rashford, Sancho y Malacia, apartados.

Eduardo Burgos Rodríguez
As
El verano se está haciendo largo en Old Trafford. Al deslumbrante fichaje de Matheus Cunha -70 millones de euros de por medio- le ha seguido un silencio ensordecedor. El mercado ha entrado en un estado de stand by, las negociaciones con el Brentford por Bryan Mbeumo no están dando resultado y se temen lo peor. Mientras tanto, las salidas, más de media docena, se estancan. Ningún club parece estar por la labor de echar un capote a los Red Devils. Rúben Amorim tiene un problema, y gordo, entre manos.

Junio puso punto y final a una temporada para el olvido. Decimoquintos, empatados con los Wolves, solo cuatro puntos les salvaron de un papelón que pudo haber sido histórico, eso sin contar con la final de Europa League perdida, ante el Tottenham. Amorim tuvo que lidiar con una plantilla descompensada, muchos problemas heredados de la anterior dirección técnica y un boquete en las cuentas que han hecho casi imposible salir al mercado.

Sobre todo porque un cambio de era se antojaba imprescindible. En la teoría, se esperaba que las salidas en forma de ingresos paliaran un gasto titánico; la práctica ha sido un descalabro monumental. Se habían presupuestado dos fichajes sin tener que acudir a las ventas, en total, poco más de 115 millones de euros para darle un lavado de cara al proyecto. Insuficientes, todo sea dicho, teniendo en cuenta que se pidieron un defensa, un medio, otro mediapunta y un delantero.

Se negoció con Liam Delap e incluso mostraron interés por João Pedro, pero obtuvieron un ‘no’ rotundo por respuesta. Ahora, la llegada de Cunha se antoja insuficiente. Con Mbeumo está todo sellado, el jugador quiere jugar en Old Trafford y el United quiere que sea su nuevo nueve. Solo falta lo más difícil: negociar con el Brentford unas formas de pago que se están haciendo imposibles de pactar para los más 60 millones de euros que costará.

Entrenamiento en solitario

Amorim ha metido mano dura. Y según indica The Athletic, obliga a Garnacho, Antony, Rashford, Sancho y Malacia a entrenarse al margen del resto de los miembros de la plantilla. Los tiene apartados y les cita en las instalaciones de Carrington en horas distintas que al resto de los jugadores red devils. A partir de las cinco de la tarde. Un claro mensaje de que no cuenta con ellos.

Si a principios del mes pasado las expectativas sobre las ventas de varios jugadores estaban a la orden del día, hoy parece que va a ser más complicado. Tanto por interesados como por precio y salarios, a día de hoy solo Jadon Sancho tiene un futuro casi asegurado fuera de Mánchester, más concretamente en Turín, de la mano de la Juve.

El United es un polvorínREUTERS/Tony O Brien EDITORIALTONY O BRIEN

Amorim puso el cartel de transferible a más de media docena de futbolistas: Alejandro Garnacho, Marcus Rashford, Anthony, Manuel Ugarte, André Onana, Luke Shaw, Mason Mount, y Rasmus Hojlund. No hay ofertas por ninguno de ellos -al menos ninguna que convenza- y, lo que es peor, algunos se niegan a salir, como el delantero danés.

Las razones, lícitas, porque piensan que aún pueden dar más de sí en el club; la realidad se parte en diversos motivos: el salario que muchos perciben no podrían cobrarlo casi en ningún club de la élite, y, por otro lado, la fama de algunos no termina de convencer a potenciales compradores.

Reacciones

A casi mediados de julio, el sentir dentro del club es que se espera otra temporada abocada al fracaso. A día de hoy, el bloque de la temporada pasada prácticamente es el mismo. Se prometieron llegadas y, especialmente, salidas para mejorar el clima. Solo una ha llegado y las otras casi ni se esperan. El malestar es casi generalizado.

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