El plan del Arsenal con Rodrygo
Los ‘Gunners’ esperarán hasta después del Mundial de Clubes para negociar con el brasileño, tiempo suficiente para cuadrar sus cuentas.
Los londinenses quieren que el brasileño sea la nueva punta de lanza del proyecto de Arteta junto a Bukayo Saka. Es un hecho. Los contactos con su entorno llevan aconteciendo desde antes de que terminara la pasada temporada. De salir del Madrid, el Arsenal está dispuesto a hacer una gran inversión para convencerle. Una que podría sobrepasar los 90 millones de euros, quieren que sea el fichaje más caro del año.
Una operación que se cocinará a fuego lento, muy lento. Rodrygo pidió cortar de raíz toda comunicación para concentrarse en el Mundial de Clubes. Es decir, hasta agosto no se agitará el avispero. Un plan que está trazado al milímetro: tras la cita mundialista se producirá la charla entre Xabi Alonso y el jugador para esclarecer su futuro. En caso de no contar con el jugador, Rodrygo no pondría problemas a su salida siempre y cuando pueda elegir destino.
Rodrygo será la guinda del pastel del proyecto de Arteta, uno que incluirá el fichaje de Mosquera -casi cerrado con el Valencia-, el punta -entre Sesko (favorito) y Gyokeres-, y un mediapunta -interesa Eberechi Eze, del Crystal Palace, por su polivalencia-. Porque Rodrygo será el fichaje más caro del verano.
Las salidas sí importan
Para entonces, el Arsenal espera haber dado forma a su proyecto deportivo. Las salidas para este verano se esperan a manos llenas. A las ya confirmadas de Jorginho y Thomas Partey se le unirán en el medio plazo las de Jakub Kiwior, Zinchenko, Albert Sambi Lokonga, Fábio Vieira y Reiss Nelson, ya sea en forma de venta (preferiblemente) o cesión, si no queda otra.
Por su parte, las carpetas de Gabriel Martinelli y Leandro Trossard son las que más dudas generan. El brasileño continuará en el Emirates Stadium una temporada más, como mínimo y salvo oferta irrechazable de Arabia. La temporada que viene, cuando le restará un año de contrato, se tomará una decisión: renovación o venta. El belga, por el contrario, está a la venta, pero solo si llega una oferta que convenza a ambas partes. En Londres quieren volver a lo más alto, el mercado marca el camino.