Atletismo | Diamond League / Locuras de la gigante de 152cm y de la mujer extraterrestre
La keniana Beatrice Chebet se convierte en la primera mujer que baja de 14 minutos en 5.000 y su compatriota Faith Kipyegon rebaja el récord mundial de 1.500 metros.
Marcas majestuosas y superlativas, pero la gloria histórica la firmaron las prodigiosas kenianas Beatrice Chebet (oro en 5.000 y 10.000 en París 2024) y Faith Kipyegon (la reina histórica del 1.500 como atestiguan sus tres oros olímpicos y tres mundiales en la distancia). La primera con un registro que entra de lleno en los libros del atletismo al ser la primera mujer que baja de 14 minutos en el 5.000. La segunda con un tiempo de 3:48.68 para mejorar el 3:49.04 que ella misma tenía en el 1.500.
La menuda atleta de 152 centímetros paró el cronómetro en 13:58.06 tras reventar a la anterior plusmarquista, la etíope Gudaf Tsegay. Chebet tiró durante tres kilómetros y pegó un cambio sideral en la vuelta final para sellarla en 1:01.73 para un 1.000 final en 2:43. Y 28.8 en los 200 metros finales. 14.2 el último 100. Locura total. Repitiendo la que hizo en el mismo escenario el año pasado al ser la primera mujer por debajo de 29 minutos en el 10.000: 28:54.14. “Estoy muy feliz porque sabía que podía batir este récord. La fe es una gran amiga para mí. Ella... y mi marido y mi entrenador (risas). Está claro que Hayward Field es un buen estadio para mí. Ahora que tengo la plusmarca mundial en 5.000 y 10.000, quizá pueda buscar correr en 1.500 o 3.000. Además, me siento orgullosa de seguir formando parte de esa tradición de Kenia y demostrar lo fuerte que puede ser en carreras de larga distancia”, decía la prodigiosa atleta que sonrió antes de contestar dónde está el límite de una mujer en el 5.000: “Yo creo que en 13:50 porque yo soy capaz de correr en 13:54 en asfalto”.
“Sabía que era posible correr por debajo de 3:49. Estoy muy agradecida a Dios por haberlo conseguido. No pude rebajar el de la milla la pasada semana, pero aquí estoy de nuevo batiendo el récord del mundo de 1.500. Intento ser coherente y seguir lo que mi entrenador me dice que haga para ser mejor cada año. Este es el camino que me va a llevar a Tokio creo que voy en la dirección correcta. Corro rápido y me alegra saber que cuando rompo un récord mundial, otras chicas hacen muy buenas marcas siguiéndome por detrás. Me motiva que las generaciones más jóvenes lo puedan hacer aún mejor. Por eso, que me sigan es genial y también me animan a batir récords”, afirmaba Kipyegon.
Mientras el coqueto estadio de la Universidad de Oregón vibraba aún con la gesta de Chebet llegaba otro momento culminante, con el rey ‘Mondo’ Duplantis al volante. Tras ganar la competición de manera insultante con dos brincos en 5,60 y 5,80; y pasar a la segunda los 6,00... se enfrentaba de nuevo a sí mismo en búsqueda de su decimotercer récord del mundo. Dos nulos en el 6,29. Una única opción final para compartir ese protagonismo en el que él se mueve como pez en el agua. El malabarista de los cielos quería su titular... pero no pudo ser aunque estuvo cerca.
Una cita muy especial
Eugene es la capital del atletismo en EE UU con tres figuras clave en su historia muy interconectados: el fondista Steve Prefontaine, el entrenador Bill Bowerman y el empresario Phil Knight. El primero, con su icónico bigote, fue junto a Bowerman el precursor del boom del running a través del libro ‘Jogging’ en el que alentaban a salir a las calles a correr con amigos y familiares sin importar el nivel. Todo eso antes de morir trágicamente con 24 años en un accidente de coche tras ser el primer atleta de Nike. Bill, además, fue el hombre que creó la primera zapatilla con suela de goma y lanzó la imaginación empresarial del visionario Knight para convertirse en el germen de la multinacional de la firma del Swoosh. Y ‘Tío Phil’ riega desde entonces de dinero la localidad que en ‘Los Simpson’ corresponde a Shelbyville, por su proximidad real con Springfield, la localidad de Oregón en la que se inspiró Matt Groening para crear su archiconocida familia amarilla.