Rusia se queda sin ‘oro negro’: vital para su supervivencia
Gran parte de las reservas de Moscú son difíciles de extraer, por lo que acceder a ellas será una ardua labor. Además, cada año incrementan su extracción.
Una medida con la que intentar hacer presión a la capacidad económica del Kremlin en su guerra contra su país vecino. Y que haría mella en un petróleo ya de por sí dañado. Porque, según asegura el medio kazajo InBusiness, de los 31.000 millones de toneladas de reservas que tiene Rusia, apenas 13.000 son aptos para su explotación a otros países. Y, además, gran parte de estas reservas son de difícil extracción.
Al actual ritmo de extracción, de más de 500 millones de toneladas al año, la reserva se verá sin crudo en apenas 26 años, según anunció el ministro de Recursos Naturales y Ecología de la Federación Rusa, Alexander Kozlov. Pero la estimación es que vaya a más en los próximos años: desde los 516 millones en 2025 hasta los 540 millones dentro de tres años. Así pues, las reservas se agotarían incluso antes.
Y, para más inri, el ‘oro negro’ de los yacimientos desarrollados más recientemente también son difíciles de extraer, según desveló el jefe de Gazprom Neft, Alexander Dyukov. Para el inicio de la próxima década se espera que más de la mitad de la producción total de Rusia estará clasificada como reservas de difícil extracción (DOR). Para no incurrir en pérdidas, el Estado debe financiar la tecnología necesaria para su extracción y simplificar el régimen fiscal.
Complicaciones fiscales
Desde el Gobierno ruso han sido transparentes al informar de la situación actual respecto al petróleo. Alexander Novak, viceprimer ministro, mostró su preocupación por el hecho de que las reservas de difícil extracción ronden ya el 60% del total de las existentes. También, además, aseguró que debería crearse un sistema fiscal y tributario integral.
Según explicó en un artículo en la revista Energy Policy, considera que quienes están en el poder no entienden que las petroleras rusas no cuentan con suficientes exenciones fiscales y preferencias para desarrollar yacimientos en los que extraer materias primas es complicado. Pero todas estas peticiones han caído en saco roto. El Ministerio de Finanzas ha rechazado cualquier incentivo para la producción de gas y petróleo de difícil extracción antes de 2027.