Rusia lanzó un nuevo ataque masivo con drones y misiles sobre la ciudad ucraniana de Kremenchuk
Las autoridades indicaron que se trató del mayor bombardeo sufrido por esa localidad ubicada en la región central de Poltava. No hubo muertos ni heridos
De acuerdo con la Fuerza Aérea de Ucrania, Rusia lanzó un total de 183 drones de largo alcance, incluidos modelos “Shaheds” de diseño iraní, junto con dos misiles “Kinzhal”, un misil “Iskander-M/KN-23” y ocho misiles de crucero, todos disparados desde diez ubicaciones diferentes dentro del territorio ruso.
Las defensas ucranianas lograron interceptar 169 de estos proyectiles, una cifra que incluye 111 drones derribados y otros 48 que no alcanzaron sus objetivos gracias a los sistemas de defensa radioelectrónica y otras medidas defensivas. Además, la aviación y las defensas aéreas ucranianas destruyeron ambos misiles “Kinzhal”, así como tres misiles de crucero “Iskander-K” y tres “Kalibr”.
A pesar de la eficacia de la defensa antiaérea, varios puntos de Kremenchuk sufrieron impactos directos. Según la administración regional de Poltava, “se produjeron incendios como resultado de impactos directos y la caída de fragmentos de drones o misiles interceptados”. La infraestructura energética y agrícola resultó dañada, junto con una vivienda, un coche y un tendido eléctrico. La administración regional comunicó a través de Telegram que “no se han reportado víctimas”, aunque los daños materiales fueron significativos.
“La ofensiva refleja el patrón cambiante de los ataques aéreos rusos que se centran cada vez más en golpear ciudades individuales con una gran cantidad de drones y misiles en lugar de hacerlo sobre muchas urbes a la vez”. Esta estrategia busca maximizar el impacto en objetivos específicos, como infraestructuras críticas y zonas residenciales, en vez de dispersar los recursos en múltiples ciudades simultáneamente.
Durante el ataque, Armer Marchenko, director de una fundación benéfica de Kremenchuk, expresó en Facebook: “Los rusos responderán por cada ‘Shahed’, por cada explosión, por cada casa destruida, por cada vida perdida”, subrayando la determinación de la población local frente a la ofensiva. Marchenko añadió que “esta táctica no logrará quebrar la resistencia de los ucranianos”, reflejando el sentimiento de resiliencia que predomina entre los habitantes de la ciudad.
Aunque la mayoría de los drones y misiles fueron interceptados, los fragmentos y algunos impactos directos provocaron incendios y daños en infraestructuras esenciales. La administración regional de Poltava informó que “una vivienda, un coche y un tendido eléctrico también resultaron dañados”, y reiteró que no se han registrado víctimas mortales ni heridos en Kremenchuk tras el ataque.
La ofensiva sobre Kremenchuk se enmarca en una serie de ataques continuos de Rusia contra otras regiones de Ucrania, especialmente aquellas cercanas a la línea del frente y a la frontera entre ambos países. En la región de Jerson, las autoridades locales confirmaron la muerte de un civil y dos heridos a causa de los ataques rusos. En la región de Donetsk, específicamente en Pokrovsk y Mirnograd, dos personas resultaron heridas.
En el frente de combate, la intensidad de los enfrentamientos se mantuvo alta. El Estado Mayor del Ejército ucraniano informó que Rusia llevó a cabo 203 ataques de infantería en las últimas 24 horas, de los cuales 58 ocurrieron cerca de la ciudad de Pokrovsk. Según datos proporcionados, las fuerzas rusas sufrieron 1.170 bajas, entre muertos y heridos, y perdieron 33 sistemas de artillería y seis vehículos blindados de combate durante este periodo.
La situación en Kremenchuk y en otras regiones afectadas por los ataques rusos pone de manifiesto la complejidad del conflicto y la capacidad de adaptación de ambas partes. Mientras Rusia intensifica sus ataques sobre objetivos específicos, Ucrania refuerza sus sistemas de defensa y mantiene la moral de la población, como lo expresó Armer Marchenko: “Esta táctica no logrará quebrar la resistencia de los ucranianos”.
