River cumple y Mastantuono se deja ver

El nuevo jugador del Real Madrid inició la acción del 1-0 ante un Urawa peleón

RUBÉN JIMÉNEZ, Marca

River hizo los deberes en el debut y sumó los tres puntos que todo el mundo esperaba que sumase en un partido en el que Mastantuono, con todos los focos sobre él, dejó algunos destellos de lo que puede dar. Aunque, en la línea general de los suyos, fue más práctico que brillante. Urawa dio guerra, fue arriba y nunca se rindió, como se esperaba de ellos.

Los de Gallardo salieron con ganas de mandar. Driussi se estrelló en el palo en el minuto 9 y en el 12' apareció el pibe al que habíamos venido a ver. Mastantuono controló un balón cerca de la banda derecha con la barriga, se lo llevó a la carrera hacia el medio y dirigió un balón bombeado a la banda para Acuña, que metió un balón que era un caramelo y que Colidio agradeció convirtiéndolo en gol. Daba la impresión de que si River quería, lo sentenciaba en dos ratos.

Pero una de dos. O River no quiso o nos habíamos llevado una impresión equivocada. A partir del minuto 20 Urawa salió de su campo, empezó a encontrar espacios y a encontrar a Matsuo. Un japonés con el pelo teñido siempre mola, y además este lleva una cinta en el pelo. Desbordó y animó a los suyos a creer. Armani tuvo que emplearse a fondo en un par de ocasiones y Hoibraten cabeceó a la red un centro que si hubiera dejado pasar... pues hubiera sido fuera de juego igual, porque había cuatro jugadores de Urawa adelantados.

Un regalo envenenado

Si los japoneses habían terminado mejor el primer tiempo, el segundo lo empezaron de forma espantosa. En el 48' Hoibraten cedió un baloncito suave a Nishikawa, Driussi se olió que aquello iba a salir mal, metió la cabeza y la mandó al fondo de la red. Lo malo es que, además de llevarse un bofetón del portero, se hizo daño en la caída. Tuvo que dejar el partido y pinta feo.

River hizo lo mismo que en el primer tiempo y, tras el gol, se durmió. Urawa dio otro paso adelante y Acuña devolvió el regalo con un penalti clarísimo, un placaje de NFL a Takuro que Matsuo se encargó de transformar engañando a Armani. El 24 de Urawa tuvo un rato en el que desquició a la zaga de River, que sólo le paraba con faltas.

A Urawa le faltó definición y lo acabó pagando. Acuña volvió a sacarle brillo a la zurda y puso un córner con música al primer palo que Maxi Meza cabeceó a gol ante la pasividad de la zaga japonesa. Todavía pudo firmar el hat-trick de asistencias, pero a Mastantuono se le escapó por poco el cabezazo cruzado al palo largo.

River ya tiene tres puntos, apunta a octavos y Mastantuono, tras su primer partido como 'madridista', se tendrá que soltar un poco más.