Reino Unido comprará doce aviones F-35 con capacidad nuclear en “el mayor fortalecimiento” desde la Guerra Fría

El primer ministro Keir Starmer anunciará en la cumbre de La Haya la adquisición que amplía la disuasión británica más allá de los submarinos de la Royal Navy

El primer ministro británico, Keir Starmer, anunciará el miércoles durante la cumbre de la Alianza en La Haya esta compra que constituye, según su oficina, “el mayor fortalecimiento del dispositivo nuclear del Reino Unido desde hace una generación”.

Esos aviones F-35 “disuadirán las amenazas hostiles que pesan sobre el Reino Unido y sus aliados”, declaró Starmer, según el comunicado.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, también citado en el comunicado, se “congratuló fuertemente” por el anuncio, que aporta, según él, una “nueva contribución británica sólida” a la Alianza.

Desde que terminó la Guerra Fría, la disuasión nuclear británica en el marco de la Alianza transatlántica se realizaba únicamente a través de los submarinos de la Royal Navy.

Estos aviones de combate F-35A, del fabricante estadounidense Lockheed Martin, son una variante de los F-35B que ya utiliza el Reino Unido, con la diferencia de que los F-35A pueden ser equipados con ojivas nucleares además de transportar armas convencionales.

“En una era de incertidumbre radical donde no ya no podemos dar por sentada la paz, mi gobierno invierte en la seguridad nacional, velando por que nuestras fuerzas armadas dispongan del equipo que necesitan”, subrayó Starmer.

Un militar patrulla las inmediaciones
Un militar patrulla las inmediaciones del lugar donde se celebrará la cumbre de la OTAN, en La Haya, Holanda, el 23 de junio de 2025 (AP Foto/Geert Vanden Wijngaert)

El Reino Unido se comprometió el lunes a alcanzar el objetivo fijado por la OTAN de destinar un 5% del PIB a los gastos militares.

Presionados por el presidente estadounidense Donald Trump y ante una eventual amenaza rusa, los países de la OTAN prevén anunciar en La Haya, donde celebran una cumbre, un acuerdo sobre ese objetivo para 2035.

En la cumbre que inició este miércoles, el tema más importante es la senda de inversión en defensa para la próxima década, y en la que se espera que todos los países se comprometan con el nuevo listón de gasto del 5% del PIB, pese a la oposición del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que pide cumplir los requerimientos militares de la Alianza sin ceñirse a un porcentaje de gasto.

Sobre la mesa de los líderes aliados está la propuesta de Rutte para dedicar el 3,5% a gasto en Defensa puro y un 1,5% adicional para inversiones relativas a seguridad, receta con la que redondea al umbral del 5% que reclama Trump desde hace meses. Será “un salto cualitativo ambicioso, histórico y fundamental” para asegurar la seguridad futura de la OTAN, afirmó el ex primer ministro neerlandés antes de la cumbre.

Pese a las reticencias de algunos aliados, como Italia, Canadá, Eslovaquia o Bélgica, que señalaron sus dificultades con el objetivo de gasto, España es quien ha abanderado el ‘no’ al nuevo objetivo de gasto. Y, tras convertirse en el principal escollo al acuerdo en la OTAN, Rutte le planteó a Sánchez en una negociación contrarreloj previa a la cumbre darle flexibilidad a España para fijar su propia senda de gasto, que Madrid quiere vincular a los objetivos de capacidades, a cambio de apoyo a la declaración de la cumbre.

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