Mbappé salva el honor
El delantero lidera el triunfo de Francia sobre Alemania con un gol y una asistencia. Los de Deschamps acaban terceros en la Nations League.
El partido, el primer tiempo sobre todo, fue una concatenación de errores, dos selecciones más pendientes de no forzar, para evitar lesiones, que de intentar jugar por el honor del Bronce. Alemania fue superior a Francia, la sometió durante mucho tiempo, pero su falta de puntería le terminó condenando antes del descanso.
Tuvo que intervenir Mike Maignan, señalado contra España, en varias ocasiones para mantener viva a una Francia dormida, sin ganas de jugar, de competir, como si no quisiera estar en el partido. El del Milan salvó a bocajarro dos llegadas alemanas y se vistió de héroe en un mano a mano con Woltemade, recobrando la confianza que había perdido el jueves contra la selección española.
La defensa francesa, con letargo, zozobrosa, fue incapaz de frenar las acometidas de una Alemania deseosa de despedir bien la temporada con su público. Se salvó Lucas, que no pudo con Adeyemi durante toda la primera parte, en una jugada en la que el delantero cayó, el árbitro señaló penalti, pero el VAR lo anuló por un piscinazo del jugador del Dortmund.
Cuanto menos proponía Francia, que apenas había forzado a ter Stegen a intervenir, apareció un excelente Kylian Mbappé para poner tierra de por medio. Fue, en parte, gracias a un magnífico servicio de Tchouameni, que le encontró en largo y, en apenas dos segundos, en un abrir y cerrar de ojos, marcó el 0-1 con un disparo en el que el guardameta del Barcelona pudo hacer algo más. Su gol número 50 con Les Bleus, a tan solo siete del récord de Giroud.
Francia no supo cerrar el partido en el segundo tiempo. Tuvo un latifundio para correr, porque Alemania como estructura, sorprendentemente, como si fuera una paradoja en un país tan milimétricamente forjado, es endeble. Mbappé tuvo el 0-2, pero su disparo, al palo corto, se marchó rozando el palo. Y después, ni Kolo Muani, ni Cherki, ni Thuram pudieron con un monumental ter Stegen, que realizó una segunda mitad ciclópea y dejó con vida a Alemania en el encuentro.
Y al final, cuando ya Alemania izaba la bandera blanca, llegó el segundo de Francia. Mbappé, que no pudo con un omnipresente ter Stegen, comandó un gran contragolpe que acabó materializando Olise a pase del delantero, máximo asistente histórico de la selección. El 0-2, cruel para los de Nagelsmann, dulce para los de Deschamps, no tiene trascendencia internacional, sí para acabar la temporada con un buen sabor de boca.